El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, anunció hoy la creación de un grupo de trabajo dedicado a la migración de Venezuela que estará dirigido por el exalcalde venezolano David Smolansky.

Almagro describió a Smolansky, del opositor partido Voluntad Popular, como "una persona absolutamente comprometida con la causa de los migrantes venezolanos" y que "definitivamente tiene una impronta de cercanía, porque ha visitado los campamentos y ha estado cerca de la gente tanto en Brasil como en Colombia".

El Grupo de Trabajo tendrá dos misiones principales: elaborar un informe sobre la migración de venezolanos y captar fondos.

Su creación es una iniciativa de la Secretaría General de la OEA y, por tanto, no fue aprobado por los Estados miembros del organismo, que tampoco formarán parte de ese ente.

De 33 años, Smolansky fue alcalde del municipio caraqueño de El Hatillo desde diciembre de 2013 hasta septiembre de 2017, cuando huyó de Venezuela tras ser condenado a 15 años de prisión e inhabilitado políticamente por permitir la instalación de barricadas en su localidad.

Smolansky, que escapó a Brasil desde Venezuela y ha viajado a Colombia, ha intensificado durante los últimos meses su defensa de los inmigrantes y refugiados venezolanos.

Su carrera política comenzó en 2007 en el movimiento estudiantil que se opuso a la reforma constitucional que quería emprender el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).

El anuncio sobre la creación del Grupo de Trabajo se produjo en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA para abordar la crisis de migrantes venezolanos.

En esa sesión, Almagro instó a los países a compartir la "carga" de la migración venezolana con una estrategia regional.

"Ningún país puede o debe absorber toda la carga, ningún país puede o debería enfrentar la oleada de venezolanos migrantes y refugiados de forma aislada. El abordaje debe ser colectivo con un enfoque de responsabilidad compartida", afirmó.

Para encarar la "crisis" migratoria en Venezuela, Almagro propuso la creación de "espacios de coordinación" sobre cinco puntos, empezando por la armonización de los requisitos que las naciones receptoras fijan para permitir la entrada y la regularización de los venezolanos.

Este punto cobra especial importancia después de que varios países, como Perú y Ecuador, hayan comenzado a pedir pasaportes o cédulas de identidad a los inmigrantes venezolanos.

Asimismo, Almagro solicitó a los Estados miembros que establezcan de manera conjunta cuáles deben ser los requisitos para obtener un permiso de trabajo, así como para homologar los títulos académicos y profesionales, de manera que se permita el acceso de los venezolanos al mundo laboral.

Almagro pidió a los países que implementen un "plan de acceso escolar" para los niños y adolescentes migrantes y, también, que faciliten el acceso a la salud de los venezolanos.

México, Perú, Colombia, Panamá, Estados Unidos y Canadá, entre otros, respaldaron la propuesta de Almagro para trazar una estrategia regional, mientras que Venezuela, Bolivia y Nicaragua rechazaron la convocatoria de esta reunión del Consejo Permanente y la consideraron ilegítima.

El embajador de Venezuela ante el organismo, Samuel Moncada, acusó a la OEA de ser "cómplice" de EE.UU. y de estar guardando un "escandaloso silencio" ante las diferentes "agresiones" que sufre Venezuela, que van desde la "guerra comercial" estadounidense hasta el atentado de agosto contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En declaraciones a la prensa, Moncada consideró que el grupo de trabajo creado por la Secretaría General de la OEA es "un grupo intervencionista, contrario a la voluntad de Venezuela".

De forma paralela al debate en la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y tres organismos de la ONU emitieron hoy una declaración conjunta para pedir a los países de Latinoamérica una respuesta regional a la inmigración venezolana "basada en los derechos humanos y en el principio de responsabilidad compartida".

La ONU estima que hasta junio de este año 2,3 millones de venezolanos han salido de su país, principalmente con rumbo a Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Chile.

Venezuela ha perdido más del 40 % de su Producto Interior Bruto (PIB) en los últimos cuatro años y registra una inflación disparada, que se calcula que alcance el 1.000.000 % este año, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).