La cantidad del agente nervioso Novichok que presuntamente trajeron dos agentes de la inteligencia militar rusa al Reino Unido para atacar al exespía Serguéi Skripal y su hija Yulia tenía capacidad para matar a 4.000 personas, publicó hoy el diario "The Times".

Un agente de seguridad reveló al periódico que el frasco de perfume en el que los dos sospechosos del suceso guardaban el producto -identificados como los ciudadanos rusos Alexander Petrov y Ruslan Boshirov- contenía una dosis suficiente para "causar una significativa pérdida de vidas".

Esa misma fuente indicó que la sustancia que envenenó a los Skripal el pasado 4 de marzo en la localidad inglesa de Salisbury era "100 % Novichok" y no una forma diluida del agente nervioso.

Este componente es, según dijo el agente a "The Times", de cinco a ocho veces más mortal que el gas VX, una sustancia extremadamente tóxica empleada como arma química.

Londres apuntó ayer al presidente ruso, Vladímir Putin, como responsable "en última instancia" de esta operación, hipótesis compartida por Estados Unidos, Francia, Canadá y Alemania.

Los líderes de los cuatro países se unieron a la primera ministra británica, Theresa May, en un comunicado conjunto en el que corroboraron las acusaciones del Reino Unido sobre Rusia y apuntaron que "casi con certeza" Putin está detrás de lo ocurrido.

Tras una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada ayer en Nueva York, la embajadora del Reino Unido en Naciones Unidas, Karen Pierce, arremetió contra Rusia, a quien acusó de ignorar toda norma internacional y de comportarse de forma "desvergonzada" y "temeraria".

En unas declaraciones a la BBC, Pierce manifestó hoy que Moscú no ha mostrado "ningún esfuerzo" en comprometerse o reconocer que la prohibición mundial sobre el uso de armas químicas esta ahora en duda.

"Está en duda en Siria, está en duda por lo sucedido en Salisbury y realmente preferiríamos que los rusos fueran un miembro responsable de la comunidad internacional", sostuvo.

Serguéi Skripal y su hija resultaron envenenados con Novichok al tocar la manilla de la puerta de su domicilio en la localidad inglesa de Salisbury el pasado marzo y un agente policial que intervino en el suceso también resultó intoxicado.

Posteriormente, el 30 de junio, Charlie Rowley y Dawn Sturgess, una pareja británica, se intoxicaron en la cercana población de Amesbury con la misma sustancia, contenida en un frasco de perfume hallado en un contenedor, lo que resultó en la muerte de Sturgess el 8 de julio.