Más de un millón de estudiantes quedarán fuera de la escuela durante "un largo periodo" debido a la devastación provocada por el paso del tifón ''Mangkhut'' por Filipinas, según ha alertado este lunes la organización no gubernamental Save the Children.

El Departamento de Educación ha confirmado que más de 4.300 escuelas han suspendido sus actividades debido a los daños causados por el tifón o el uso de las instalaciones como centro de evacuación.

En concreto, al menos 170 escuelas han sufrido inundaciones, mientras que casi 2.000 aulas han quedado completamente destruidas o han sufrido daños materiales de diversa consideración.

"Estamos realmente preocupados por el impacto a largo plazo del tifón en los niños, particularmente en aquellos que no pueden regresar a la escuela. Cientos de aulas han sido destruidas por completo. Los techos de algunas escuelas fueron arrancados, mientras que otros fueron aplastados por los árboles que caían", ha indicado Jerome Balinton, de Save the Children, desde la ciudad de Tuguegarao, en el norte de Luzón.

"Será una gran tarea limpiar los escombros y reparar o reconstruir las aulas, sin mencionar el reemplazo de las mesas y sillas dañadas, y los materiales escolares que se echaron a perder en la tormenta", ha agregado.

Así, Balinton ha recalcado que es crucial que las ONG y el Gobierno incluyan la educación entre sus prioridades en la respuesta humanitaria tras el paso de ''Mangkhut''.

"Lamentablemente, sabemos que cuanto más tiempo un niño esté fuera de la escuela, es menos probable que vuelva. Esto significa que, junto a la provisión de alimentos que salvan vidas, refugio y apoyo médico, es vital que se ponga un foco importante en hacer que los niños vuelvan a las aulas lo antes posible", ha sostenido.

En este sentido, la ONG ha resaltado en su comunicado "la vuelta a las aulas no solo es fundamental para el futuro aprendizaje de los niños, sino que también brinda una sensación de rutina y consuelo en tiempos de desastre". "Es un espacio seguro para los estudiantes, y un lugar donde pueden estar con sus amigos y olvidarse de la terrible experiencia que han pasado", ha añadido.

Balinton ha hecho además hincapié en la necesidad de que se dé apoyo "a quienes perdieron sus medios de subsistencia, especialmente a aquellos que dependen de la agricultura para ganarse la vida", debido al impacto del tifón en zonas de cultivo.

"Los agricultores con los que hablamos perdieron todos sus cultivos de maíz y arroz, que debían cosecharse en unos dos meses", ha dicho, antes de alertar de que "esto puede crear una espiral de deuda ya que los agricultores, que a menudo ya han pedido dinero prestado para comprar semillas y otros gastos, se ven obligados a pedir más préstamos para compensar la pérdida de cultivos y poder alimentar a sus familias".

"A veces, en estas situaciones, vemos que los padres sacan a sus hijos de la escuela porque ya no pueden pagar la matrícula, o para que los niños puedan trabajar y ayuden a mantener a su familia", ha subrayado.

WORLD VISION COMIENZA LA ENTREGA DE AYUDA

Por su parte, la ONG World Vision ha confirmado que ha entregado ayuda a 700 familias afectadas por el tifón en el norte del país, concretamente en Tuao y Baggao.

"Mientras evaluamos la situación en Baggao, el área de aterrizaje del tifón, que ha sufrido daños masivos, World Vision también se ha preocupado por sus municipios vecinos como Tuao", ha dicho Lanie Carillo, miembro de la ONG sobre el terreno.

"En Tuao, observamos que hay muchas casas dañadas y árboles y postes eléctricos derribados. Hectáreas de plantaciones de arroz y maíz han sido aplastadas", ha añadido, al tiempo que ha argumentado que esta ayuda 2es sólo un apoyo inicial de la organización".

En esta línea, Rommel Fuerte, director de World Vision Filipinas ha manifestado que "todavía hay una necesidad apremiante de más asistencia de emergencia". "Es por eso que seguimos apelando al público a medida que respondemos a las necesidades cruciales de los niños y sus familias", ha puntualizado.

''Mangkhut'', que ha provocado ráfagas de viento de más de 200 kilómetros por hora en el país, golpeó el sábado el norte de Filipinas, donde provocó numerosos corrimientos de tierra. El tifón, bautizado como ''Ompong'' en Filipinas, es el más potente que golpea el país este año y ha atravesado el norte de la isla de Luzón, donde vive cerca de la mitad de la población.