Los vientos, lluvias e inundaciones provocadas por la tormenta Florence en las Carolinas (Estados Unidos) se han cobrado ya la vida de 31 personas, según informaron hoy medios locales de comunicación citando fuentes oficiales.

De los 31 muertos, 25 ocurrieron en Carolina del Norte y los otros seis en Carolina del Sur.

Varias personas fallecieron ahogados, otras en accidentes de tráfico y también se produjeron algunas muertes por caídas de árboles sobre viviendas, circunstancia esta última en la que perdieron la vida dos niños en incidentes separados.

Más allá de las víctimas mortales, cientos de miles de personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares y unos 500.000 abonados siguen sin electricidad en la región afectada.

Los últimos datos del Centro Nacional de Huracanes (NHC, siglas en inglés) divulgados hoy indican que Florence se desplaza a una velocidad de 22 kilómetros por hora, con lo que se aleja así de las Carolinas tras descargar agua en esa zona todo el fin de semana.

"Es un desastre monumental para nuestro estado. Es una tormenta épica que todavía sigue porque los ríos están creciendo", dijo hoy el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper.

El Servicio Meteorológico Nacional también advirtió de "inundaciones históricas y catastróficas" en los próximas días a causa de la crecida de ríos.