El Gobierno italiano ha desafiado a las instituciones comunitarias aumentando el objetivo de déficit para el próximo trienio hasta el 2,4 % del PIB, una medida que ha arrastrado hoy a la baja a la Bolsa de Milán, que se dejó un 3,72 %.

Paralelamente, la prima de riesgo de Italia ha subido hasta 268 puntos básicos y la rentabilidad del bono italiano hasta el 3,147 %, volviendo en ambos casos a niveles de principios de septiembre.

La reacción de los mercados responde al anuncio efectuado el viernes por la noche por el ministro de Desarrollo Económico de Italia, Luigi Di Maio, quien confirmó que el Gobierno ha firmado un cuadro macroeconómico que contempla una subida del déficit hasta el 2,4 % del PIB de 2019 a 2021.

Se trata, explicó, de una medida que tiene como objetivo incrementar el crecimiento, reducir el desempleo y no busca enfrentamientos con la UE.

"Ahora empieza el diálogo con la UE y con los grandes inversores privados y no tenemos la intención de buscar un enfrentamiento", sostuvo.

Sin embargo, el incremento de los objetivos de déficit para los próximos tres años está muy por encima de lo pactado en abril con la Comisión Europea, cuando el anterior Gobierno del Partido Demócrata (PD, centroizquierda) fijó las estimaciones de déficit en 0,8 % en 2019 y 2020, y en el 0,2 % en 2021.

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, advirtió hoy de que esta subida del déficit se sale de las reglas europeas y señaló que quiere negociar con Roma para evitar una crisis entre las dos partes.

Di Maio, por su parte, respondió reconociendo que estas preocupaciones "son legítimas", pero garantizó que la administración que lidera el país trabaja para no perjudicar la economía y a sus ciudadanos.

"El derecho al trabajo, a la vida, a la salud de los italianos están por delante de las amenazas europeas", ha contestado y con un tono más duro el ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini.

El también vicepresidente del Gobierno ha opinado igualmente que "los mercados entenderán" la decisión del Gobierno y dijo que no está preocupado por una posible respuesta negativa por parte de los mercados y de las instituciones europeas.

Pero lo cierto es que los números han sorprendido a los inversores porque en los últimos días el ministro de Economía, Giovanni Tria, había asegurado que no estaba dispuesto a sobrepasar un déficit del 1,6 % del PIB para 2019.

Tria ha acabado sucumbiendo a las presiones de las dos formaciones, que pedían un mayor margen de gasto público para poner en marcha sus promesas electorales.

Así, la Bolsa de Milán ha permanecido hoy en terreno negativo, con caídas cercanas al 4 % hasta cerrar en el 3,72 %, penalizada sobre todo por los bancos.

La prima de riesgo, que mide el diferencial entre el bono alemán a diez años y el italiano en el mismo período, ha terminado en 268 puntos básicos, frente a los 235 en los que cerró ayer, y la rentabilidad del bono a diez años cerraba en el 3,147 %, frente al 2,89 % en el que acabó el jueves.

Este cuadro macroeconómico, que en Italia se llama Documento de Economía y Finanzas (DEF), otorga al Gobierno unos objetivos definidos para trabajar en los Presupuestos Generales que tendrán que ser presentados a la Comisión Europea antes del 15 de octubre.

En Italia, los Presupuestos deberán ser debatidos y aprobados en el Parlamento antes de final de año.

El DEF también se tiene que aprobar en el Parlamento y hasta que no obtenga luz verde no será publicado, por lo que se desconoce su contenido y solo ha trascendido lo que los miembros del Gobierno han comunicado hasta ahora.

De hecho, no se sabe aún si el Ejecutivo italiano ha rebajado la previsión de crecimiento para su PIB en 2019, como había adelantado Tria en los últimos meses, del 1,5 % que estimó el PD en abril al 1,2 % que barajaba recientemente el ministro de Economía.

El Ejecutivo italiano espera las valoraciones que las agencias de calificación Standard & Poor''s y Moody''s deberán realizar en octubre sobre su deuda.

Y mientras, trabaja en los Presupuestos Generales, donde el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga quieren introducir sus promesas clave.

El M5S prometió en campaña electoral un subsidio para los parados de 780 euros, mientras que la Liga apostó por una drástica bajada de impuestos, con una tasa única para todas las rentas del 15 %, aunque ya se empieza a hablar de que este impuesto único podría aplicarse inicialmente a los autónomos y a las pequeñas empresas.

Ambas formaciones defendieron también reformar el sistema de pensiones para bajar la edad de jubilación, que aún están detallando.