La primera ministra británica, Theresa May, defendió hoy en el Parlamento el acuerdo preliminar de "brexit" alcanzado con la Unión Europea (UE) y aseguró que seguirá al frente del Ejecutivo a pesar de la dimisión de importantes ministros.

Acosada por los críticos, May aseguró que el borrador difundido este miércoles, que determina la salida del Reino Unido de la UE y la futura relación comercial, es el mejor pacto posible y mantuvo que la alternativa sería "ningún pacto" o que "no haya "brexit".

La líder conservadora provocó las risas de los diputados al cantar las virtudes del borrador, del que advirtió que no es el acuerdo final, y afirmar que el texto permitirá que el país salga del bloque comunitario "de manera fluida y ordenada" el 29 de marzo de 2019.

May, que aseguró que no piensa dimitir pese a la amenaza de una moción de confianza por parte de sus colegas conservadores, explicó que el Reino Unido tendrá eventualmente un acuerdo comercial con la UE "más ambicioso" que ningún otro país.

También dijo que era inevitable incluir en el pacto la polémica cláusula de seguridad para Irlanda del Norte, que vinculará a este país indefinidamente con el bloque europeo en caso de que, al final del periodo de transición, no haya en vigor un pacto comercial bilateral, y que incluye un régimen especial para la provincia británica.

May sostuvo que "hubiera formado parte de cualquier acuerdo" el plan para evitar una frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda, puesto que era una exigencia clave de Bruselas.

El régimen especial norirlandés es lo que ha acelerado la dimisión de varios miembros del Gobierno, entre ellos la ministra de Trabajo, Esther McVey, y para la salida de la UE, Dominic Raab, que argumentó que la cláusula amenaza "la integridad territorial" del Reino Unido.

Pese a dejarla en la estacada, Raab declaró a la BBC que May debe "seguir" al frente del Gobierno, si bien ha de cambiar "el rumbo del ''brexit".

Durante su comparecencia parlamentaria, May descartó posponer la fecha de salida de la UE para alargar la negociación con Bruselas y confirmó que "se mantienen los preparativos" por si el país finalmente deja el bloque sin acuerdo.

El pacto preliminar, que deberían ratificar los Veintisiete en una cumbre el 25 de noviembre, ha sido criticado tanto por numerosos diputados "tories" como de los partidos de oposición, entre ellos el laborista, los independentistas escoceses del SNP (tercera fuerza política) y del Partido Unionista de Irlanda del Norte (DUP), de cuyo apoyo May depende al carecer de mayoría absoluta.

El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, dijo que el Gobierno es un "caos" y que la primera ministra ha perdido su autoridad.

Se preguntó cómo pretende la líder conservadora que los británicos confíen en un acuerdo de salida de la UE que "el propio ministro del ''brexit'' -Dominic Raab-, que lo ha negociado, no puede apoyar", e indicó que los laboristas lo rechazarían en una eventual votación parlamentaria en diciembre.

Además de las dimisiones de ministros y las críticas de la oposición, May afronta una posible moción de confianza por parte de sus correligionarios en el Partido Conservador, que se instigaría si al menos 48 diputados cuestionan su liderazgo.

Jacob Rees-Mogg, líder del sector más euroescéptico, confirmó que ha enviado una petición a su grupo parlamentario para que se celebre esa moción que, en caso de que May la perdiera, daría lugar a unas elecciones internas para elegir a un nuevo líder "tory".