El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha calificado de "inviables" los proyectos de "derecha neoliberal" en América Latina, que se han consolidado con la llegada de Jair Bolsonaro a la Presidencia de Brasil, advirtiendo de que provocarán "transformaciones populares más radicales".

"Los proyectos de derecha neoliberales en América Latina y el Caribe son inviables y van a provocar el surgimiento de una nueva ola de transformaciones populares que ahora van a ser más revolucionarias y más radicales que las que conocimos a principios de este siglo XXI", ha dicho en una entrevista concedida el pasado 27 de diciembre al periodista español Ignacio Ramonet que la prensa oficial ha difundido este miércoles.

Maduro ha considerado que "América Latina es un territorio en disputa" porque en los últimos años "ha habido una ofensiva brutal contra los movimientos populares, contra los liderazgos alternativos que a partir de los años 1990 enfrentaron y desmontaron el neoliberalismo" en la región.

En su opinión, el subcontinente americano sufre ahora un "ciclo regresivo". Por ejemplo, ha indicado que en Brasil los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff han dado paso al "Gobierno de extrema derecha neofascista de Jair Bolsonaro", que "ha entregado en bandeja de plata" el país a "las transnacionales estadounidenses".

En este contexto regional, ha mencionado como cambio esperanzador la elección de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México. "Las fuerzas populares en todo nuestro continente ya están de nuevo en orden de batalla. Y los nuevos éxitos electorales, democráticos, no van a tardar", ha augurado.

"DICTADOR"

Además, ha rechazado las acusaciones de sus vecinos regionales, que incluso han denunciado a Maduro ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad debido a la represión de las manifestaciones opositoras.

"Cuando a alguien como yo lo acusan de ''dictador'' y acusan a Venezuela de ''dictadura'' es para poder justificar cualquier cosa contra nuestro país", ha argumentado.

Maduro ha insistido en que "hay una conspiración permanente de la oligarquía colombiana y del imperio estadounidense contra la Revolución Bolivariana".

Así, ha reiterado que el presunto intento de asesinato que sufrió el pasado 4 de agosto en Caracas "fue preparado desde Colombia" con el visto bueno de Estados Unidos. "Yo digo que de este atentado me salvó Dios", ha apostillado.

"FAKE NEWS"

Interrogado sobre la crisis económica que sufre Venezuela, la ha achacado a la "ilegítima e ilegal guerra económica perpetrada por el imperio norteamericano junto a sus gobiernos satélites de este continente y de Europa".

Según Maduro, los constantes cortes de luz y de agua son fruto de los sabotajes y los problemas monetarios se deben a "comandos terroristas" de Colombia que "hacen desaparecer el dinero en efectivo de papel". A su juicio, se trata de una "persecución feroz" comparable con la de Hitler a los judíos.

Sobre la crisis humanitaria, ha vuelto a negar su existencia, que ha atribuido a las "fake news". Aunque hay "una base mínima de realidad", la emigración venezolana, que la ONU cifra en tres millones de personas, "jamás alcanzó ni remotamente las cifras que de forma mentirosa los grandes medios repiten mil veces", ha sostenido.

"No negamos que los problemas que hay en nuestro país. Al contrario, los afrontamos y los discutimos con nuestro pueblo y estamos decididos a resolverlos", ha subrayado. Y si Estados Unidos y otros países quieren ayudar, "podrían empezar por no ser hipócritas" y levantar las sanciones, ha reclamado.

DIÁLOGO POLÍTICO

Maduro también se ha referido al fracaso del diálogo explorado el año pasado con la Mesa de Unidad Democrática (MUD) --coalición opositora--, que derivó en un adelanto electoral que le concedió su segundo mandato, si bien gran parte de la comunidad internacional no lo reconoce.

El líder ''chavista'' ha incidido en que la MUD "está dividida y odiándose entre sus dirigentes" a causa de su "dependencia de las políticas de Washington y Bogotá". Pese a ello, ha confiado en que "más temprano que tarde en Venezuela se va a instalar un dialogo político".

Maduro ha expresado su deseo de que en Venezuela haya "una oposición auténtica" y ha rechazado que haya una persecución por parte del Gobierno a sus críticos. "No hay que confundir un político preso con un preso político. Eso es así en Venezuela y en cualquier país del mundo", ha defendido.

A este respecto, ha planteado qué pasaría si "un actor político (...) intentase asesinar al presidente de Francia o dar un golpe de Estado al presidente de España". "¿Cuál sería la respuesta legal que recibirían por parte de los tribunales? Pues bien, en Venezuela hay un Estado de Derecho que debe ser respetado", ha zanjado.

Con todo ello, ha ratificado que el 10 de enero, cuando está prevista su toma de posesión, comenzará su segundo mandato. "El pueblo ha decidido y nosotros vamos a cumplir la decisión del pueblo", ha enfatizado. Maduro ha recordado que, de acuerdo con los resultados oficiales, el 20 de mayo batió récord como el presidente venezolano más votado.