El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha inaugurado este martes en Kaliningrado una planta de gas de gran importancia estratégica en el marco del pulso que el Kremlin mantiene con la UE y la OTAN.

"Hoy es un día especial para Kaliningrado y para el sector energético de Rusia", ha dicho Putin al inaugurar la central energética, que se encargará de recibir el gas procedente del resto del territorio ruso.

Hasta este momento, Kaliningrado recibía el gas a través de un conducto que recorre los territorios de Lituania y Bielorrusia. Ahora, llegará a través de un gasoducto de Gazprom que cruza el mar Báltico.

"Para Kaliningrado esta instalación es una fuente de reserva que minimiza o mejor dicho elimina todos los riesgos del transporte", ha destacado Putin.

La tubería submarina forma parte del plan del Gobierno ruso para garantizar la independencia energética de Kaliningrado. Con capacidad para 2.700 millones de metros cúbicos anuales, la nueva planta cubrirá por completo la demanda de consumo, apunta la agencia de noticias rusa Sputnik.

Kaliningrado es una región estratégica por su ubicación geográfica. Perteneció a Prusia hasta que la anexión rusa de 1945. Está totalmente desgajado del resto del territorio ruso. Solo tiene fronteras con Lituania y Polonia, miembros de la UE y la OTAN.