Alemania se enfrenta en 2019 a lo que podría ser una transformación política de alcance histórico dependiendo de los resultados de las próximas elecciones estatales y al Parlamento Europeo, que podrían terminar de definir el futuro de la canciller Angela Merkel, y de su sucesora al frente de su partido, la Unión Cristiano Demócrata, Annegret Kramp-Karrenbauer.

Dos factores podrían condicionar el desarrollo de este traspaso de poderes. El primero es que muchas encuestas conceden a la ultraderecha de Alternativa para Alemania (AfD) importantes victorias, particularmente en el este del país. El segundo es que el socio a regañadientes de la coalición de Gobierno alemana, el partido Socialdemócrata (SPD), sigue en caída libre desde su derrota aplastante en las elecciones de 2017.

"Dentro del suspense que nos espera, gran parte de lo que ocurra en el futuro dependerá de que la coalición que lidera Merkel sea capaz de encontrar una forma constructiva de funcionar a lo largo de estas elecciones", ha declarado el experto político de la universidad Libre de Berlín Thorsten Faas.

Por su parte, el director de la encuestadora alemana Forsa, Manfred Guellner, ha valorado positivamente la cómoda transición de poder en el seno del partido de Merkel. "Lo cierto es que Kramp-Karrenbauer ha conseguido alcanzar los mismos índices de aprobación de Merkel en muy poco tiempo", ha considerado con vistas a las próximas elecciones a la Cancillería, que tendrán lugar en 2021.

De hecho, en voto directo, Kramp-Karrenbauer derrotaría por un amplio margen a cualquier contendiente del SPD, según una encuesta de Forsa, lo que podría cohesionar a la agrupación política ante los tiempos difíciles que se avecinan, en forma del ascenso de la ultraderecha. A LA ESPERA DE AfD

Alternativa para Alemania va a mejorar enormemente, según todas las encuestas, sus resultados en las próximas elecciones de este año. No solo en las del Parlamento Europeo sino en las locales que se celebrarán en Bremen, Brandeburgo y Sajonia. En estos dos últimos estados podría incluso acabar como principal fuerza política.

Estos pronósticos invitan al optimismo entre las filas del partido. Uno de sus más altos cargos en Sajonia, Joerg Urban, afirma haber entrado en 2019 "con un buen presentimiento".

De cumplirse los pronósticos en las elecciones locales, los expertos no descartan que Merkel acelere la cesión de responsabilidades a su sucesora, para cimentar su posición de liderazgo frente a las voces más conservadoras de su partido, que piden a Friedrich Merz, quien perdió por poco en las primarias frente a Kramp-Karrenbauer.

Y tampoco se puede obviar la influencia que podría tener el SPD en el futuro de la CDU. Los socialdemócratas, cabe recordar, se unieron muy a su pesar con Merkel en una nueva coalición de Gobierno tras la humillante derrota que padecieron en las elecciones generales de 2017. Desde entonces, y a pesar de la renovación que prometieron en la figura de su nueva líder, Andrea Nahles, siguen sin levantar cabeza.

De hecho, y según una encuesta publicada esta semana, el respaldo popular al SPD se encuentra en solo el 15 por ciento, cinco puntos menos que la debacle de hace dos años. En el este del país, se quedarían en un ridículo ocho por ciento, arrollados por AfD, que ronda el 25 por ciento de respaldo popular.

Ante esta perspectiva, existe el temor de que varios altos responsables del SPD decidan abandonar su formación en la conferencia especial que el partido prepara para finales de este año. El peor escenario posible para Merkel sería el colapso de la coalición y la convocatoria de elecciones anticipadas.