Alexandre Benalla, quien fue uno de los colaboradores más cercanos del presidente francés, Emmanuel Macron, hasta que se reveló que golpeó a unos manifestantes, fue imputado este viernes por uso de un pasaporte de forma indebida.

Según confirmó su abogado a medios locales, el juez no aceptó el delito de falsificación que había solicitado la Fiscalía.

Benalla fue arrestado este jueves después de que la Presidencia, para la que trabajó desde la llegada de Macron al Elíseo en mayor de 2017, presentara una denuncia por el presunto uso de un documento falsificado.

Así lo expresó ante una comisión de investigación en el Senado el jefe de gabinete del presidente, Patrick Strzoda.

Esas acusaciones llevaron a la Fiscalía, que ya le investigaba bajo sospechas de otros delitos, a extender las pesquisas al de falsificación.

Strzoda aseguró que Benalla se sirvió de cuatro pasaportes para viajar unas veinte veces entre el 1 de agosto y el 31 de diciembre pasados, cuando ya había sido desposeído de sus funciones de responsable de seguridad del presidente.

Agregó que pidieron a Benalla que devolviera esos pasaportes, pero el exescolta no lo hizo.

Ante esa misma comisión de investigación, Benalla había afirmado que los documentos habían permanecido en su despacho en el Elíseo, lo que negó Strzoda.

Ante las preguntas de los senadores de por qué Benalla tenía cuatro pasaportes, el director del gabinete del presidente dijo que sospechaba que uno de ellos lo consiguió gracias al uso de un documento falsificado.

En la comisión también compareció el ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, quien confirmó que Benalla viajó al Chad, donde, según el periódico "Le Monde", trataba de firmar contratos en el campo de la seguridad privada.