LA ACCIÓN social, la inversión pública y el fomento del empleo son tres pilares básicos para afrontar la crisis económica y financiera internacional, que afecta a La Gomera y Canarias como a cualquier otra de las regiones de nuestro país, y para la que es necesario una mayor implicación de las administraciones, de forma que sea posible compensar la caída de la acción privada.

Las instituciones públicas deben hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a reactivar la actividad, de ahí que desde el Cabildo de La Gomera hayamos definido una línea clara de trabajo, que se sustenta no sólo en las inversiones propias, sino también en los fondos obtenidos, principalmente del Estado, para acometer proyectos de interés general como son la canalización de barrancos, la restauración de senderos o la recuperación de infraestructuras dañadas por los incendios.

Pero no menos importante será el atendimiento a las familias, para las que el empleo es fundamental, pues no podemos olvidar que la difícil situación económica y financiera ha provocado un crecimiento del paro, que en La Gomera afecta ya a unas 1.564 personas. Por tanto, apostamos por reforzar las contrataciones y vamos a destinar más del 15 por ciento del presupuesto insular de este año al Plan de Empleo.

En total serán unos 6 millones de euros los que se invertirán en la contratación de desempleados, cantidad a la que se sumarán los 4 millones de euros que corresponden a los ayuntamientos de la iniciativa que en la misma línea ha puesto en marcha el Estado, y para que la que ya hemos empezado a mantener encuentros con corporaciones locales de la Isla, así como las que deben sumarse también por parte de la Comunidad Autónoma, tal y como ya hemos reclamado en multitud de ocasiones, y los recursos de los propios ayuntamientos.

Y si el trabajo es una prioridad, también lo es un servicio social básico como es la salud, que aparece en todos los sondeos sobre demandas vecinales realizados con la llegada del nuevo año. La colaboración entre administraciones será fundamental para poder satisfacer las justas aspiraciones ciudadanas, pero es necesario también que cada órgano gubernamental asuma sus competencias y no escatime esfuerzos para hacer realidad proyectos tan importantes como el nuevo hospital de La Gomera, por el que ya llevamos demasiado tiempo esperando.

Cierto es que hablamos de una obra complicada, que ha tenido que superar no sólo los correspondientes trámites administrativos, sino también las imprescindibles expropiaciones y sumar, además, los concursos públicos que habrá que hacer para dotaciones de equipamiento material y contratación de personal necesario. Pero no es menos verdad que nos enfrentamos a una actuación que debía estar finalizada en 2007 y que todavía, adentrados ya en el mes de enero de 2009, no tenemos una fecha exacta del día en que este centro podrá empezar a funcionar.

Fue en abril de 2005 cuando se colocó la primera piedra del nuevo hospital, que acomete el Gobierno canario y responde a las demandas planteadas desde La Gomera, donde se originó incluso una propuesta de iniciativa parlamentaria avalada por más de 8.000 vecinos, y para las que el Cabildo procedió a la compra y cesión de los terrenos. En consecuencia, hace falta que el Ejecutivo regional agilice toda la tramitación necesaria para que de forma urgente podamos contar con esta instalación, reducir las listas de espera y evitar el traslado a otras islas para solucionar problemas de salud.

Una vez resueltos los servicios esenciales, nos quedará trabajar por el mantenimiento y la mejora de la calidad de vida, para lo que en el Cabildo de La Gomera hemos iniciado ya acciones tan importantes como el convenio para garantizar el servicio de teleasistencia a personas mayores y todos los dependientes, de forma que puedan disfrutar de su casa en unas condiciones dignas y sin peligro de estar desatendidos ante cualquier problema que pudiera surgir.

Haremos hincapié en todos los servicios sociales que han caracterizado a la Corporación insular y mantendremos igualmente las ayudas a los colectivos desfavorecidos y los incentivos para la producción local, para evitar el abandono de actividades tradicionales como la agricultura y la ganadería y favorecer el turismo, directamente relacionado con la buena marcha de la economía local y su aportación a la economía regional. La conclusión final es que la complicada situación actual no debe hacernos caer en el desaliento, pues con optimismo y partiendo de un análisis real de la situación es posible superar las dificultades.

* Presidente del Cabildo de La Gomera