Ha comenzado ya la campaña electoral que nos llevará a una nueva cita con las urnas el próximo 7 de junio, día en el que todos los canarios y canarias, igual que el resto de los españoles y de los europeos, estamos llamados a votar para decidir, a través del sufragio universal directo y en circunscripción nacional, a los nuevos europarlamentarios que representarán nuestros intereses en el gobierno comunitario.

Son muchos los que aún ven demasiado lejos esa realidad llamada Unión Europea y que, pese a considerarse europeos, no se sienten vinculados al resto de ciudadanos del Continente, algo en lo que seguramente tiene mucho que ver el hecho de que Canarias esté geográficamente distante. Sin embargo, nuestras costumbres, nuestra lengua, nuestra manera de ser y, lo que es muy importante, nuestro progreso ha estado y está vinculado a Europa.

Cierto es que vivimos en un mundo global que habla de la intercomunicación de todos los pueblos, y no menos verdad es que son muchos los ojos que hoy mirán hacia África como opción de desarrollo, pues estamos en condiciones de transmitir nuestros conocimientos y experiencias para ayudar a mejorar las condiciones de los países vecinos, al tiempo que con ello contribuimos a nuestro propio avance. No obstante, a nadie se le escapa que nada de esto sería posible sin las ayudas previas de la Unión Europea, que nos han permitido alcanzar una situación ventajosa.

Canarias es, tal y como ya dijo el presidente José Luis Rodríguez Zapatero en su reciente visita a las Islas, la región española en la que mejor se evidencia lo que es Europa, un punto de unión de naciones para favorecer el progreso comunitario y contribuir a la construcción de sociedades más justas e igualitarias. Nuestro Archipiélago constituye, además, la comunidad española más europea porque nuestras singularidades geográficas y sociales representan la integración que promulga el Parlamento Europeo, cuyos orígenes se remontan a los años 50, y cuyos miembros son elegidos directamente por los ciudadanos a los que representan desde 1979.

Las elecciones europeas son cada 5 años y estamos, por tanto, a punto de concluir la sexta legislatura, en la que las cifras hablan por sí solas de la importante evolución que ha experimentado la Unión, pues están integrados 27 Estados, que se reúnen en la cámara de Estrasburgo, donde actualmente se representa a 492 millones de ciudadanos. El Parlamento europeo lo componen en la actualidad 785 europarlamentarios, de los que a España le corresponden 54 escaños, 751 europarlamentarios y 50 españoles tras la reducción acordada en el Tratado de Lisboa, vigente a partir de los próximos comicios.

La Cámara comunitaria está estructurada en veinte comisiones que preparan trabajos tan importantes como la regulación del mercado interior, la educación, la investigación, el medio ambiente, las redes transeuropeas, la salud, la cultura o la protección de los consumidores, entre otras. Además, este órgano comparte funciones con el Consejo de Ministros de la UE, cuya competencia más decisiva es aprobar anualmente el presupuesto comunitario, que se distribuye en función de las necesidades y potenciales de desarrollo y que, tal y como se apuntó antes, tanto ha contribuido al progreso de nuestro Archipiélago.

Es evidente, por tanto, la importancia de participar en los comicios europeos para decidir qué políticas son las que queremos que se apliquen en el futuro inmediato pues, aunque haya que aumentar los mecanismos de participación ciudadana, tal y como demandan muchas voces, nada se podrá conseguir si renunciamos a nuestro voto y, con ello, a decidir si vamos a superar la crisis y a poner en marcha un nuevo modelo económico mejor, más saludable y productivo, donde los trabajadores tengan mejores empleos y consigan que se vuelva a generar empleo, tal y como defiende el PSOE, o por el contrario somos partidarios de un recorte de derechos y prestaciones públicas como promulgan otras fuerzas políticas.

Los socialistas apostamos por conseguir un país más próspero a través del trabajo de los ciudadanos, de pensiones más dignas y de políticas sociales, y siguiendo estas premisas debemos acudir a las elecciones europeas del próximo 7 de junio, porque el futuro de los canarios, de los españoles y de todos los europeos pasa por construir un futuro más europeísta, más social y más avanzado, sin olvidar, además, el orgullo de que los socialistas europeos hablen con acento canario a través del candidato nacional del PSOE, que es Juan Fernando López Aguilar, natural de Gran Canaria.

* Presidente del Cabildo de La Gomera