Más de un herreño se lo temía y los temores se hicieron realidad. Ayer, durante el traslado de la Virgen de los Reyes desde los pueblos del norte hasta Sabinosa, se produjo un enfrentamiento vecinal que obligó a las autoridades políticas y religiosas a suspender la travesía y regresar a la iglesia de La Concepción de Valverde.

El altercado propició que se reuniese de urgencia la comisión mixta que, a última hora de la tarde, decidió trasladar la Virgen en vehículo y custodiada hasta la raya de Barranquito de Pescar, para que el pueblo de Sabinosa la pudiera recoger. A partir de hoy, la imagen continuará el recorrido previsto por el resto de la Isla.

Concretamente, el enfrentamiento tuvo lugar cuando la Virgen, después de haber visitado El Mocanal, Erese y Guazaroca, se acercaba a la raya en la que los bailarines de El Norte debían entregarla a los de El Golfo, que la llevarían por todos los pueblos de la comarca.

Según narran testigos de los hechos, el problema surgió cuando los bailarines de El Norte quisieron entregarla unos metros más lejos de lo pactado.

"Son sólo unos metros pero para nosotros son muy importantes, porque la Madre Amada ha llegado a nuestra casa y queremos ser nosotros los que nos hagamos cargo de ella", explica un vecino de Las Puntas, que asegura que "ellos sabían que si no cumplían con lo que se había acordado iba a haber problemas, pero aún así siguieron adelante". Al ver lo que sucedía, fueron los mismos vecinos los que increparon a los bailarines y a los que les acompañaron, formándose un gran revuelo.

"No es que hubiera un pelea con puñetazos, pero sí hubo empujones y gritos, que unido al calor, produjo que algunas personas se desmayaran y que se hicieran necesarias algunas ambulancias y la intervención de la Guardia Civil", explica este testigo, que asegura que cuando la Virgen "se dio media vuelta y se fue, todo el mundo se quedó llorando".