LLEGA a mis oídos la noticia de que Antena 3 quiere rizar el rizo en la llamada tele basura. Nada más lejos de mi intención insinuar, sólo insinuar, que todo lo emitido por dicha cadena cae en la categoría de lo deleznable. Por supuesto que no. Antena 3, como cualquier empresa privada de televisión que sobrevive en este país, tiene programas buenos, regulares, mediocres y resueltamente infumables. Entre estos últimos incluyo los reality que explotan la fama de los famosos. La gente conocida por el gran público aparece en mogollón de espacios; sale en Gran Hermano, en islas desiertas, en desiertos que no son islas y hasta encima de la lámpara de la doña y el don que los miran embobados, la una con rulos y el otro con cholas.

Sin embargo, por una vez considero adecuado un programa de esa llamada tele basura. Antena 3 se propone emitir un remedo de la serie "Famous, rich and homeless", emitida por la BBC. Aquí el programa se denominará "Famosos mendigos". Cinco personas conocidas tendrán que vivir en la calle durante diez días con sus correspondientes noches, sin más recursos que los obtenidos de la caridad o rebuscados en los cubos de basura. Falta saber cuántos personajes célebres, adinerados o de los otros, se prestarán al experimento.

En cualquier caso, como digo, me parece un programa interesante en el sentido de que puede proporcionarnos un entrenamiento adecuado para lo que nos espera. Algo así como esos ensayos de abandonar rápidamente las aulas en el caso de que se produzca un terremoto o un incendio, de obligado cumplimiento para escolares de países más previsores que el nuestro. Digo esto porque, a la vista de cómo van las cosas, dentro de poco abundarán los mendigos; si no los famosos, sí al menos una legión de menesterosos sin techo y hasta sin una mala esquina en la que caerse muertos. Ayer mismo anunciaba el Fondo Monetario Internacional que España será uno de los pocos países de la zona euro que seguirá sin crecer en 2010, pese a mejorar levemente sus perspectivas. Según las previsiones de este organismo, la economía española caerá un 3,8 por ciento a lo largo de este año, y un 0,7 por ciento más el próximo. Debido a estos nada halagüeños guarismos, España será, junto con Irlanda, Luxemburgo y Grecia, uno de los países que más tardará en salir de la crisis.

Sobra decir que resulta imposible exponer estos datos sin ser tildado de antipatriota, derrotista, carca, involucionario y hasta miserable por los acólitos de la progresía andante. Los progres, dicho sea de paso, han abrazado un patriotismo inimaginable en ellos apenas un lustro atrás. Qué barbaridad. Lo complicado del asunto está en que no es un derechoso cualquiera quien sigue manifestando que de brotes verdes, nada de nada; lo afirma categóricamente el FMI. Aunque tampoco es cuestión de echarse las manos a la cabeza ante este cinismo de los ideológicamente impolutos. A todo termina uno por acostumbrarse.

Sí causa cierto espanto, en cambio, que personajes políticamente histriónicos como López Aguilar sugieran que sólo el Gobierno de Zapatero puede sacar a Canarias de la crisis, y que el primer paso es celebrar un Consejo de Ministros en el Archipiélago dentro de unos días. Virgencita, virgencita, que me quede como estoy.