El pueblo de El Pinar podría tener su primer Plan General de Ordenación (PGO), tras su segregación del municipio de La Frontera, antes de que finalice la presente Legislatura.

Así lo destacó ayer el director general de Ordenación del Territorio del Gobierno de Canarias, Jesús Romero, durante el acto de presentación del documento de Avance que se encuentra en información pública hasta el próximo 10 de abril.

Según explicó el presidente de la Comisión Gestora de este municipio, Virgilio Fernández, el documento no es cerrado, sino que está abierto a las propuestas de todos los ciudadanos y colectivos del pueblo de El Pinar. De hecho, son cuatro las propuestas que están sobre la mesa, y la definitiva pretenden adaptarla tras conocer las sugerencias de los vecinos.

Tanto el viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Cándido Padrón, como el presidente de la Comisión Gestora, Virgilio Fernández, destacaron el enorme esfuerzo técnico realizado para que este municipio publique su primer planeamiento general adaptado al Texto Refundido y a las Directrices, algo que sólo han logrado por el momento 16 municipios canarios.

108.000 euros para 2010

El Gobierno de Canarias ha destinado 144.000 euros y 108.000 euros para este 2010 para la redacción de este importante documento que nace, a su vez, adaptado a las estrategias marcadas por el Plan Insular de Ordenación de El Hierro (PIOH), a punto de adaptarse a las Directrices.

En este sentido, Virgilio Fernández afirmó que su pueblo necesita una ordenación que permita conjugar la necesaria protección de su rico patrimonio medioambiental y las necesidades de sus vecinos en materia de construcción y servicios.

Además, y a preguntas de los periodistas, el presidente de la Comisión Gestora de El Pinar dejó claro que, por el momento, y tal como marca el PIOH, la zona de Las Calmas seguirá protegida y amparada por la figura del Parque Rural.

Por otro lado, el viceconsejero de Medio Ambiente del Ejecutivo regional, Cándido Padrón, incidió en que las consecuencias de los fenómenos meteorológicos adversos han puesto sobre la mesa la necesidad de invertir en ordenación del territorio como garantía de seguridad para los ciudadanos de las islas.