La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Mercedes Roldós, salió ayer al paso de la polémica por la atención sanitaria nocturna en La Gomera con afirmaciones tajantes. La primera, que el centro de salud de Valle Gran Rey sí que está abierto toda la noche por ser uno de los puntos más alejados. La segunda que el resto de ambulatorios cierran a las nueve o diez de la noche y cuentan con guardias localizadas. Y la tercera que la media de urgencias nocturnas en el Hospital Virgen de Guadalupe es de ocho y en los centros de salud de 0,76, "no llega ni a una urgencia al día", dijo.

Asimismo hizo hincapié en que el hospital Virgen de Guadalupe "tiene un índice de ocupación de un 60% anual y a pesar de eso vamos a poner para todos los gomeros un nuevo hospital que triplica su superficie y que aumenta de manera espectacular la dotación tecnológica y los servicios a disposición de los gomeros".

Roldós se mostró visiblemente molesta por lo que considera "una desfachatez": la moción cabildicia que insta al Gobierno a la apertura de manera urgente del nuevo centro hospitalario de la isla. "Que dejen de hacer demagogia", pidió a ayuntamientos y Cabildo.

La consejera detalló que las guardias localizadas de los centros de salud "se activan inmediatamente a través del 112".

"La isla de la Gomera en todo caso está discriminada positivamente, tiene 5 zonas básicas de salud, cuatro de ellas de consideración especial". Esto quiere decir que los facultativos que trabajan en dichas zonas especiales tienen una mayor retribución y que "la presión asistencial que soportan (el número de pacientes por cada médico) es bastante más baja que la media de Canarias y que la media de todo el Estado español".

Roldós recordó que hay 256 centros sanitarios en Canarias y que no todos permanecen abiertos toda la noche porque ese coste económico sería muy alto. Asimismo, recordó que por la crisis económica y porque los medios materiales humanos son limitados, la Consejería de Sanidad priorizaba. "Para nosotros -dijo como ejemplo- es prioritario que en el Hospital de La Gomera que vamos a abrir de manera inmediata podamos dar quimioterapia a los pacientes gomeros con cáncer y que no se tengan que trasladar al Hospital de La Candelaria".

Cuestión de competencias

La consejera de Sanidad se quejó de que los ayuntamientos y el Cabildo de La Gomera no ejercieran sus competencias y dejaran que las demás instituciones ejercieran las suyas.

Pidió "lealtad institucional y cooperación" y aseguró que "lo que no es de recibo" es que el nuevo hospital de La Gomera se haya retrasado porque "el terreno que puso el Cabildo gomero a disposición de la comunidad autónoma para su construcción tuviera dentro del propio terreno dos parcelas que no estaban expropiadas". Roldós aseveró que éste "es el motivo del retraso en la obra".

Asimismo, recordó que en las parcelas donadas para el hospital no había "acometidas de luz de agua, de teléfono", por lo que el Gobierno de Canarias ha tenido que costear estas infraestructuras.

Roldós mencionó que el SCS ha tenido que costear "la canalización del agua a un punto que está a 1.800 metros de distancia porque ni el Cabildo ni el Ayuntamiento de San Sebastián han movido una pestaña cuando es su competencia".

Roldós solicitó a las diferentes instancias gomeras que ejercieran sus competencias y puso como ejemplo que pusieran "transporte público por la noche" o promovieran "dinamizar la economía".

"Desde luego ya me gustaría a mí ver a don Casimiro Cuberlo poniéndose a nuestro lado pidiendo al Gobierno de su compañero de partido, José Luis Rodríguez Zapatero, los 1.400 millones de euros que nos debe a todos los canarios y canarias".

La polémica sobre la cobertura de la asistencia sanitaria en La Gomera surgió a raíz del fallecimiento de un vecino de Hermigua a las puertas del centro de salud del municipio.

La familia del fallecido se quejó de que no hubiera un facultativo de guardia presencial en el ambulatorio, pero la Consejería de Sanidad ha defendido en todo momento que sí que existía un médico de guardia localizada. Cabildos y ayuntamientos de la isla se alinearon con los habitantes de La Gomera para que no se vuelva a producir un hecho similar.