SON MUCHAS las voces que en estos días se han alzado contra el cobro por la segunda maleta de viaje por parte de las compañías aéreas, llegando incluso a plantear la necesidad de que se reúna la Comisión Mixta de Transportes Estado-Canarias para buscar una solución al problema. Lo que hace falta, sin embargo, es un debate en profundidad sobre la necesidad de agilizar la gestión, ejecutar las infraestructuras necesarias y hacer más asequible la movilidad en Canarias.

Pocos son los residentes que llegan a comprender cómo es posible que cueste más caro viajar entre islas de un mismo archipiélago que desplazarse 2.000 kilómetros para llegar a la Península, una realidad que no aparece reflejada todos los días en los medios de comunicación, pues, por reiterada, ha dejado de ser noticia y, pese a todo, sigue siendo sangrante y requiere una solución urgente. Rechazo unánime, por tanto, al "maletazo". Pero vayamos más allá, justo hasta donde le preocupa al ciudadano y sus economías, además de a quienes nos visitan y que fortalecen el principal pilar de la economía canaria: el turismo.

Cierto es que Canarias es una región con unos dos millones de habitantes y, en consecuencia, con un volumen de negocio menos atractivo para las compañías aéreas -hay menos viajeros y el transporte se encarece-. Pero no es menos verdad que el Gobierno de Canarias tiene mucho que hacer para facilitar los desplazamientos dentro de este territorio fragmentado que es nuestra Comunidad Autónoma.

Desgraciadamente, en estas Islas estamos demasiado acostumbrados a lanzar el problema hacia el Gobierno de España, que ciertamente tiene mucho que decir y que aportar, pero ¿hacemos en verdad todo lo que a la Comunidad Autónoma corresponde? ¿La apuesta regional por la cohesión territorial y la unidad de Canarias es todo lo fuerte que debiera? ¿Contamos con las infraestructuras necesarias? La respuesta a todas estas preguntas es un rotundo no, y lo que sucede en La Gomera es un claro ejemplo de ello.

El Cabildo insular siempre ha apostado por una puesta a punto de los puertos y aeropuertos. Reiteradas son las ocasiones en las que se ha asegurado que el transporte es la "columna vertebral" sin la que es imposible vertebrar nuestra región y eliminar las diferencias entre islas capitalinas e islas menores, pero la contestación a estas demandas van poco más allá de proyectos y más proyectos.

Los vecinos y vecinas de La Gomera, especialmente los de Playa de Santiago, asistieron con ilusión a la presentación que en su día hizo Antonio Castro, hace ya algunos años, cuando era consejero de Obras Públicas del Gobierno canario, del proyecto de ampliación del puerto de la zona, que otra vez esta semana ha sido noticia, pues el Gobierno de Canarias anunció en el Boletín Oficial de Canarias que la iniciativa se somete a información pública durante un período de 30 días.

Se da así un paso previo a la aprobación definitiva de la actuación, importante y necesaria, antes de la licitación de las obras que la Isla lleva reivindicando desde hace ya mucho tiempo. Pero ¿cuántos meses o años más habrá que esperar para que empiecen los trabajos? ¿Y cuánto tendrán que esperar también los vecinos y vecinas de Valle Gran Rey para que se culmine el puerto de aquel municipio, que igual que el de Playa de Santiago es competencia de la Comunidad Autónoma?

No basta con presentar anteproyectos y proyectos. Hay que decir con qué recursos se cuenta y que no están ni en el Presupuesto de la Comunidad Autónoma ni en el ente autónomo de Puertos de Canarias. ¿Acaso volvemos a pecar de anuncios y más anuncios porque se acercan las elecciones? Ya no nos engañan más.

Responsabilidad del Gobierno de España es el puerto de la capital insular, que experimenta una evolución muy distinta a las descritas, pues en estos momentos recibe una inversión de más de 12 millones de euros, con los que se ha construido una dársena para contenedores que permitirá almacenar mercancías y favorecerá la reducción de los precios de la cesta de la compra; se amplía el dique de atraque en unos 100 metros, para favorecer la llegada de grandes cruceros que traerán negocio a la Isla, y se construye una nueva terminal de pasajeros, que permitirá modernizar y mejorar la atención al público.

La crisis económica ha reducido ingresos, pero también ha puesto de manifiesto con más fuerza si cabe que es necesario que Canarias cuente con unas buenas infraestructuras portuarias, y también aeroportuarias, que favorezcan las comunicaciones sin castigar el bolsillo de los ciudadanos. No miremos, por tanto, para otro lado y afrontemos de verdad y con responsabilidad las carencias que nos aíslan y dificultan nuestro desarrollo.