ESTE fin de semana, cuando se produzca un esperado mar de leva con cuatro metros y medio de olas, el nuevo puerto de Garachico habrá ya completado el final del dique y contemplará el temporal con respeto, pero sin peligro. Ya soportó las embestidas de olas de ocho metros y medio, hace exactamente un año. Pero el tiempo ha sido condescendiente con esta obra, cuyo final está previsto para diciembre de 2011. El recinto portuario, vigilado por San Roque, albergará un puerto deportivo, instalaciones de recreo y de pesca y un atraque para barcos de ochenta metros de eslora. Se trata de un viejo logro, vital para las conexiones con La Palma y para asegurar el trayecto Sur-Norte de las embarcaciones que navegan por las costas tinerfeñas. Su coste no va a ir más allá de los 34 millones de euros.

La UTE que construye el recinto está satisfecha del comportamiento del mar. Y el jefe de obra, ingeniero de Caminos Luis Lomo Menéndez, no oculta su satisfacción. Se está cumpliendo un viejo logro del Norte de Tenerife que se remonta a siglos. Que se remonta al primitivo puerto destruido por el volcán hace 300 años.

Quienes quieran ir a Garachico a ver las obras desde el túnel de acceso a la Villa y Puerto pueden hacerlo. El dique luce un aspecto avanzado. Se construye ahora el contradique, que cortará la corriente del agua que entra. Y los prismas proliferan, día a día, para proteger la instalación de los embates del mar del Norte de la isla. Precisamente en esa rada de la Bahía de las Aguas se refugiaban las embarcaciones cuando la fuerza de las olas arreciaba y ponía en peligro los frágiles veleros o las más insignificantes barcas de pescadores.

Una UTE de empresas formada por Comsa, Cyes y Tinerfeña de Obras Públicas construye el puerto. El dique principal tiene 600 metros de longitud y el contradique 130. La crisis económica parece que no afectará a su financiación, por parte del Gobierno de Canarias. Casi 200 embarcaciones de recreo podrán ser albergadas en el recinto, que destina unos 9.000 metros cuadrados a atraques de pesqueros.

La obra luce un aspecto inmejorable, un orden exquisito a pesar de su envergadura. Cuando se construya el recinto marítimo del Puerto de la Cruz, con una inversión de casi 200 millones de euros, se completará la red de puertos para el Norte de Tenerife. Las comunicaciones con la isla de La Palma podrán realizarse desde cualquiera de las dos instalaciones o desde las dos a la vez. Ambas obras son un avance extraordinario para la potenciación del Norte. El nuevo muelle portuense, solicitado desde 1906 al rey Alfonso XIII, no tiene todavía ni financiación ni proyecto definitivo. Pero ya llegarán.