El Parque Arqueológico Cueva Pintada, situado en el municipio grancanario de Gáldar, atraviesa dificultades económicas desde hace dos años; depende del Cabildo y su último presupuesto fue de 450.000 euros, muy lejos de los 2,5 millones de euros que recibía al inicio de su actividad. Con una media de 50.000 visitantes al año y para mantener estas cifras, recurren al "marketing de guerrilla", "en la calle, con poco dinero y mucho impacto".

Así lo ha trasladado Carmen Gloria Rodríguez Santana, conservadora del Parque, en el ciclo de conferencias ''El lugar escondido'', del Círculo de Bellas Artes de Tenerife, donde ha explicado que la construcción del Parque fue una intervención "complejísima" de 20 años de duración y 14 campañas de excavación que unificó por primera vez en Canarias los criterios de conservación, arqueología, arquitectura y museografía.

La experta ha explicado que la cueva que da nombre al Parque es una construcción artificial excavada en roca volcánica por los aborígenes en el siglo VII y pintada con sus característicos dibujos geométricos entre los siglos XIII y XIV. Fue descubierta en 1862, abandonada hasta 1970, cuando fue declarada Monumento Histórico Artístico al tiempo que sufría una primera intervención "nefasta", y de nuevo recuperada en 1982, año en el que comienza a perfilarse el proyecto para la rehabilitación integral del espacio.

El "espectacular" hallazgo de un poblado aborigen durante los primeros trabajos de prospección reveló uno de los mayores sitios arqueológicos de las islas, por lo que la primera pregunta que tuvieron que contestar los diseñadores del proyecto fue "cómo exhibir un yacimiento de 5.000 metros cuadrados". La solución fue diseñar un sistema de pasarelas interiores que recorren el perímetro del poblado, tapar con una cubierta flexible toda la superficie del yacimiento y cerrar la Cueva Pintada en "una burbuja", una habitación acristalada que permite al público contemplarla sin dañarla.

A pesar de que tanto la cubierta como la burbuja fueron dos medidas "muy criticadas", Carmen Gloria Rodríguez las ha defendido como las "mejores posibles". "La cubierta es grande porque el yacimiento lo es, y si queríamos resguardarlo de la polución y de la erosión, esa era la única alternativa", dijo.

En cuanto a la habitación acristalada que protege la cueva, ha afirmado que ha existido el debate sobre si era necesario construir una réplica o permitir el acceso del público. Como solución intermedia, los responsables del proyecto construyeron la burbuja, una intervención que para la conservadora "puede ser discutible", aunque se preguntó si "es posible que el patrimonio sea una creación social si nadie puede verlo".

LAS PERSONAS POR DELANTE

En la segunda fase del proyecto, de investigación y difusión, el equipo de Cueva Pintada enfocó el trabajo partiendo de que "las personas son más importantes que los objetos", por lo que "siempre hace falta explicar en qué consiste el Patrimonio", una tarea donde es clave el área de audiovisuales y los personajes creados a partir de la historia de la cueva, particularmente Guanarteme y su hija Arminda.

El personaje de Arminda, bautizada después de la Conquista Catalina de Guzmán, se ha ido adaptando al tipo de público hasta convertirse en "un símbolo cercano de la cultura prehispánica". Es protagonista de una serie de cortos basados en la crónica de la conquista de Gran Canaria de Antonio Cedeño (1575), eje de una colección de cuentos infantiles y, más recientemente, marioneta en una de las últimas campañas de Cueva Pintada, ''Hola me llamo Arminda, ¿y tú?'', destinada a captar nuevos públicos. Con esta campaña, el Museo-Parque recibió una mención especial el Premio Iberoamericano de Educación y Museos convocado por la Unesco.

EL LUGAR ESCONDIDO

''El Lugar escondido'' es un proyecto de difusión de la arqueología de Canarias organizado en colaboración por el Círculo de Bellas Artes de Tenerife y la Dirección General de Cooperación y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias. En un ciclo de once conferencias, el programa aborda temas fundacionales del patrimonio: las momias guanches, Tindaya y los grabados, Cuscoy y Cueva Pintada, y asuntos de actualidad como el proyecto Memoria Histórica, las políticas de protección institucional y la relación entre patrimonio y sociedad. Como contrapunto al modelo expositivo cerrado de Cueva Pintada, el ciclo analizó la experiencia del Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, una necrópolis megalítica formada por tres grandes monumentos que en los últimos 7 años se ha transformado en la mayor atracción cultural de la ciudad, célebre por albergar el 90 por ciento del patrimonio barroco de Málaga.

Su directora, Rosa Enríquez Arcas, impartió la conferencia ''Tutela y valoración del Conjunto Arqueológico de Dólmenes de Antequera como modelo de intervención integral en el Patrimonio Arqueológico''.

Ha afirmado que desde su apertura en 2005, el complejo ha recibido más de 600.000 visitantes, "cifra nada despreciable si se tiene en cuenta que los Dólmenes no se conocían fuera de ciertos círculos hasta ese año". Las tres construcciones megalíticas que lo componen, Menga, Viera y Romeral, son "únicas en el mundo por su dimensión y por su tipología, tres dólmenes distintos enlazados entre sí".

El objetivo en este proyecto era estudiar los dólmenes, abrirlos al público y difundir la información obtenida hacia "dos públicos bien diferenciados", especialistas y ciudadanos. En esa medida se diseñó una programación más especializada, con congresos sobre prehistoria, cursos y seminarios y otra con un fuerte componente lúdico, como ''Las celebraciones del Sol'', que tienen lugar cada equinoccio y solsticio.