El proceso para que la isla de La Graciosa disponga de una planta de trasvase de residuos domiciliarios, que permitirá de forma progresiva transferir a Lanzarote los residuos sólidos urbanos (RSU) que se produzcan en la misma, ya ha comenzado esta semana.

Para ello, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y el alcalde de Teguise, Oswaldo Marchín, han suscrito un convenio de colaboración que persigue la puesta en funcionamiento, "con carácter inmediato, temporal y mediante gestión directa de ambas administraciones", de la Planta de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos de la isla de La Graciosa, según indicó San Ginés.

Agregó que, además, con este convenio "se da respuesta a una demanda histórica muy importante" para la gestión y tratamiento de los residuos en La Graciosa, iniciándose la puesta en marcha de la planta con recursos directos de ambas administraciones, para que de "forma transitoria y paulatina" permita durante los próximos meses incorporar las "mejoras necesarias" en dicha planta, según informó el Cabildo de Lanzarote en nota de prensa.

Por su parte, Betancort agradeció la colaboración del Cabildo de Lanzarote y del Gobierno de Canarias para que "juntos" se deje "en el pasado los problemas de tratamientos de residuos en La Graciosa". Agregó que la gestión directa de ambas instituciones será "sólo un paso previo y breve hacia la licitación de dichas instalaciones".

Finalmente, San Ginés incidió en que el "100 por 100 de los residuos que llegan a Zonzamas separados desde origen, incluidos los de la isla de La Graciosa, salen fuera de Lanzarote y no se entierran en el Complejo".