Ayer se cumplió el primer año desde que tuvo lugar la erupción submarina frente a las costas de El Hierro. La alarma y el sensacionalismo, la imagen de inseguridad y la falta de unanimidad entre las comunicaciones científicas convirtieron el fenómeno natural en una mala noticia para los habitantes y empresarios de la isla. Y las personas consultadas coinciden en que no se ha sabido sacar rendimiento a dicha circunstancia. Y el destino turístico sufre, a la crisis económica general, el añadido de la crisis sismovolcánica. Y, además, los servicios marítimos o aéreos no son los más adecuados para ayudar a la lenta reactivación de los ingresos económicos.

Empresarios.- Amós Luzardo, propietario del hotel Ida-Inés, señala que la isla está más que estancada y que el verano pasado fue el peor desde que tiene dicho negocio. Comenta que el volcán no ha servido como revulsivo económico". Opina que tantos algunos medios de comunicación como los científicos ofrecieron noticias alarmantes y, en algunos casos, contradictorias. Pero, con todo, señala que lo que más le hace daño a la isla es la falta de unos horarios estratégicos en los servicios de transporte marítimos y aéreos, tanto para las mercancías como para los turistas. Advierte de que, tanto los barcos como los aviones, deben ofrecer servicios que animen al turismo canario a viajar a El Hierro los fines de semana y puentes. Herminio Sánchez, de la asociación de pequeños y medianos empresarios, que posee un club de buceo y un restaurante, dice que la isla se ha empobrecido. Indica que desde el verano del año pasado se han notado las anulaciones de reservas. Sánchez apunta que algunos negocios cerraron y otros están al límite de su resistencia. La expectación por la erupción repercutió negativamente. Y, por si fuera poco, las promociones turísticas no han tenido el impacto deseado. Añade que "lo estamos pasando medianamente mal". Francisco Armas, dueño de un centro de buceo y un restaurante, utiliza el adjetivo "catastrófico" para definir el último año y aclara que las informaciones generaron una imagen negativa en los potenciales turistas. Armas señala que, excepto los pescadores, que recibieron una subvención por el paro biológico, "el resto de personas de a pie lo llevamos mal". Para Armas, resulta clave que se difunda bien que la vida submarina se ha regenerado antes de lo que se esperaba. Señala que el Open Fotosub comienza el próximo fin de semana y que su repercusión es muy importante para ayudar a recuperar la llegada de turistas. Desde el verano del 2010 hasta ahora, los ingresos de los centros de buceo y los restaurantes han podido bajar hasta en un 80 por ciento, según Armas.

Alcalde de La Frontera.- El alcalde de La Frontera, David Cabrera, manifiesta que el impacto económico y social negativo ha sido muy importante, pues el atractivo natural se desvirtuó con unas informaciones sensacionalistas. De las ayudas pedidas al Cabildo, al Gobierno canario y al Estado, algunas no llegaron y las que se recibieron no han servido para solventar los problemas de los vecinos. Está de acuerdo en que la vía para impulsar la economía pasa por mejorar el transporte aéreo y marítimo. Y aclara que no sólo se trata de establecer unos horarios más adecuados, sino también unos precios más competitivos.