El presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna (PP), ha reconocido hoy que le preocupa la crisis política que se ha abierto en la institución a raíz de las denuncias de posibles delitos en la gestión de Infecar, pero también cree que tiene solución.

"¿Si estoy preocupado? Sí, claro. Sería un irresponsable si dijese que no me preocupa, pero, como todo en este mundo, tiene solución", ha señalado Bravo de Laguna al ser preguntado por la polémica abierta tras las acusaciones de malversación y falsedad lanzadas por el presidente de Infecar, Lorenzo Olarte, contra el vicepresidente del Cabildo, su compañero en CCN Juan Domínguez.

El presidente del Cabildo ha admitido también que desconocía lo que Olarte quería exponer a la Corporación cuando se solicitó su comparecencia ante el pleno y ha defendido las decisiones tomadas por su equipo de gobierno una vez escuchadas sus denuncias: llevarlas a la Fiscalía y poner en marcha un proceso de integración de Infecar en la Sociedad de Promoción Económica de Gran Canaria.

Bravo de Laguna ha rehusado hacer más valoraciones al respecto hasta que se reúna el consejo de dirección de la Feria del Atlántico (Infecar), que ya ha sido convocado para el próximo viernes.

La primera consecuencia política de las denuncias de Olarte ha sido la suspensión de militancia de Domínguez en CCN, partido que ha pedido a Bravo de Laguna que lo aparte de su equipo de gobierno, por considerar que ya no representa a su formación.