Bien está lo que bien acaba. En la carrera por el ascenso ya no valen tanto los análisis estéticos como la consecución de los puntos. Y el Tenerife tiene hoy tres más que antes, de manera que el relato de los hechos es ahora menos importante. Que se lo digan al Elche, que dio una exhibición en los primeros 25 minutos del segundo tiempo, pero se marchó sin nada.

El Tenerife tiene tantos recursos que 90 minutos en el Heliodoro se han convertido en una eternidad para sus rivales. El Elche aguantó bien toda la primera parte, paró al Tenerife con su repliegue, le quitó espacios y lo obligó a jugar lento, sin más desborde que el que generaba Marc Bertrán de vez en cuando con sus subidas. Fue tan plana la primera parte, que el Tenerife, dominador de la pelota casi siempre, remató muy poco a puerta: dos de Juanlu, una al principio (6'') y otra al final, un tiro lejano de Ángel (36'') y el cabezazo del gol de Ezequiel Luna. Otra vez una jugada a balón parado abría un partido que estaba muy cerrado para el equipo local. La última acción antes del descanso, una conexión de calidad entre Nino y Juanlu, que este remató fuera por poco, dejó tan buen sabor de boca que nadie podía esperar, ni por asomo, lo que se avecinaba, ni siquiera cuando Santos malogró la única ocasión clara de su equipo, rematando alto, solo ante un desconocido Sergio (45''), más inseguro que otras veces.

Contra las cuerdas

El Elche salió lanzado, apretó con sus volantes hacia adelante, le quitó el balón al Tenerife y lo partió en dos mitades. Recuperaba la bola en el medio y aprovechaba los movimientos en diagonal de Santos, como falso ariete, para meter pases interiores y entrar fácil hasta el área. El rosario de ocasiones de los visitantes es demostrativo: marcó a los dos minutos, en una gran jugada del ex tinerfeñista, perdonó Fuster ante Sergio (5''), el propio Fuster volvió a tener otra que tiró al lateral de la red (7''), el mismo jugador desperdició un regalo del meta local, que dejó una pelota suelta en el área pequeña (17''), y tanto insistió hasta que acabó por hacer el 1-2 (18'') en otra jugada de Santos. El Tenerife no estaba. Tal vez afectado por el empate en frío, el estado de los blanquiazules era de parálisis general. Jugaban muy abiertos, sin juntarse para defender, con un notable nerviosismo en el fondo y un desequilibrio táctico patente. Hacía falta una ayuda más en medio campo, porque Ángel y Nino estaban desconectados. En fin, el Tenerife estaba desbordado y lo pagó en especial Héctor, al que le tocó aguantar sin ayudas a un habilidoso Saúl, que se le fue una y otra vez en ese tramo de partido.

Con el 1-2 y aquella superioridad técnica y táctica del rival, el partido estaba negrísimo para los de Oltra. Cualquiera hubiera señalado en ese momento la responsabilidad del entrenador por mantener dos puntas en el campo cuando su equipo no controlaba el juego, pero en el riesgo está el beneficio y, sólo dos minutos después, una prolongación de Ángel le sirvió a Nino el balón del empate. La parejita arregló el desaguisado, porque con 2-2 el Tenerife ganó en confianza y apareció otra vez en el partido. Recuperó más posesión, y reactivó al público, que le cayó encima a Santos, empeñado en buscar ruidos, en especial con Luna. A la gente le dolió ver la impresionante actitud de un jugador que se pasó un año aquí durmiendo la siesta en el campo.

Es verdad que el Elche pudo volver a adelantarse, lo evitó Sergio con su paradón al cabezazo de Acciari (27), pero ya era otro partido, más nivelado. Y el Heliodoro estaba "jugando" de manera influyente, en especial para su propio equipo, que fue subiendo la intensidad en las disputas. Entonces Oltra dio el paso: quitó a Héctor y puso a Cristo, para jugar 3-2-3-2. En su primera intervención Cristo puso una sobredosis de garra y provocó una falta de la que salió el 3-2. El cambio, temerario a todas luces, salió perfecto. En eso consiste la apuesta de este Tenerife. Tiene su estilo ofensivo y sus debilidades defensivas, pero acepta el reto y, ahora con la dinámica ganadora, todo le sale bien...

Final tranquilo

Faltaba un cuarto de hora y ya no tenía sentido el riesgo. Oltra recuperó la línea de cuatro al fondo, con Sicilia de lateral (entró Manolo y no Clavero, seguramente porque llevaba más tiempo calentando), y el equipo defendió sin grandes apuros el tramo final, sin conceder espacios ni ventajas y, al contrario, acercándose a veces al cuarto gol, como Cristo y Nino, en dos ocasiones. El zoquero jugó un rato de libro, supo conservar las posesiones, provocó faltas con oficio, entró por el costado para centrar con peligro y aprovechó su frescura para tirar del equipo. O sea, ayer Cristo hizo lo que viene asumiendo Ángel toda la temporada.

El Elche se marchó frustrado, porque hizo un partidazo y perdió por segunda vez fuera de casa en mucho tiempo. Cuestión de recursos. Al Tenerife le sobran.

TENERIFE 3

elche 2

TenerifeAragoneses, Bertrán, Pablo Sicilia, Ezequiel Luna, Héctor, Ricardo, Richi, Juanlu, Alfaro, Ángel y Nino. En el 65, Iriome entró en lugar de Juanlu; en el minuto 73, Cristo Marrero sustituyó a Héctor y, en el 78, Martínez, a Ángel.

ElcheWilly (1); Zubiaurre (1), Niño (1), Olmo (1), Óscar Rubio (1), Saúl (2), Acciari (1), Usero (1), Santos (2), David Fuster (2) y Rubén Pérez (2). En el 75, Miguel (s.c.) suplió a Fuster, y en el 78, Bolado (s.c.), entró por Rubén Pérez.

ÁrbitroDavid Miranda Torres (Comité Catalán). Mal en su criterio con las tarjetas, que mostró a Ricardo, y a los visitantes Óscar Rubio y Olmo, al que no se atrevió a expulsar luego.

Goles1-0, min. 39: Luna, de cabeza, a centro de Juanlu. 1-1, min. 47: Rubén Pérez, a placer, tras pase de Santos. 1-2, min. 62: David Fuster, de disparo raso, tras jugada de Santos. 2-2, min. 65: Nino, de disparo ajustado tras robar el balón a un defensor. 3-2, min. 76: Ricardo, de falta, tras rozar en un defensor.

IncidenciasPartido de la vigésimo cuarta jornada de Liga Adelante. Estadio Heliodoro Rodríguez López ante 19.119 espectadores.