Richi Pérez fue protagonista en el clásico por cuatro motivos: marcó el gol que allanó el camino del Tenerife hacia el triunfo, igualó a Ángel como tercer anotador del equipo, recibió una tarjeta que le impedirá jugar ante el Zaragoza y se garantizó la renovación de su contrato al participar durante más de 45 minutos en su vigésimo sexto partido de la temporada.

El madrileño centró sus comentarios en el desarrollo del derby. "Nos costó muchísimo. Hay que ser honestos, el rival hizo un gran partido y tuvo sus ocasiones, pero el acierto decantó el resultado", declaró antes de admitir que los blanquiazules estuvieron "muy espesos, no cogíamos el ritmo del balón y no nos encontramos cómodos", con lo que su gol fue "muy importante, porque desatascó el partido". Minutos después, el de Nino "lo puso todo más de cara".

"Como a base de juego no conseguíamos hacernos con el control del balón y ellos estaban bien, incluso creando peligro, los goles fueron los que decantaron el dominio hacia nuestro lado, pero hasta eses momento sufrimos mucho", explicó el volante blanquiazul.

El ex futbolista del Real Murcia siguió contando que Las Palmas es "un buen equipo" y, al tratarse de un encuentro "especial", salió "al cien por cien" y "apretó", aunque no tuvo "el acierto de marcar".

Sobre la fiesta que se vivió en las gradas, afirmó que "el ambiente fue espectacular", y observó que "se notaba muchísima tensión en y hasta que Nino no marcó el segundo gol, la gente no se liberó".

Lo de su aportación anotadora lo dejó en una "anécdota", porque en el Tenerife "llega mucha gente al área y los de la segunda línea solemos tener muchas ocasiones".

Por último, lamentó su baja con vistas al encuentro en La Romareda. "Llevaba bastantes jornadas con cuatro tarjetas amarillas. Nunca quieres perderte un partido, y menos contra un rival directo. Seguro que será un duelo precioso, pero voy a muerte con los compañeros. Estoy convencido de que lograrán un buen resultado".