El Manchester United llega a su cuarta final de la Copa de Europa en un momento inmejorable para su entrenador, que acaba de ganar la "Premier" por tercera temporada consecutiva. Los "diablos rojos" viajan a Roma con el objetivo claro: defender un trofeo que la temporada anterior arrebataron al Chelsea en un trepidante (y dramático) partido disputado en Moscú. Con el Barça, campeón de la Liga española, ya se midió en 1991, en Rotterdam, en la final de la Recopa de Europa, un duelo que remató con victoria el club inglés por 2-1. Aquel resultado constituyó el primer éxito europeo del balompié inglés desde que la UEFA levantara al fútbol británico la prohibición de jugar en Europa debido a la tragedia de Heysel del 29 de mayo de 1985. La escuadra de Old Trafford ha demostrado que sale a ganar en las finales. En la campaña del 1967-1968, el United se enfrentaba al Benfica de Eusebio en la decimotercera edición de la entonces llamada Copa de Campeones, organizada por la UEFA. El vencedor fue el conjunto inglés de Charlton y Best, que se impuso a su adversario luso por un contundente 4-1. El segundo gran éxito del club en la Champions se produjo en una campaña mágica para la plantilla del escocés Ferguson, que se metía en el bolsillo el famoso "trébol" (1998-99). En la hoy llamada "Champions League", el Manchester tuvo que disputarse la Copa con el Bayern Munich en la que se sigue considerando una de las mejores finales que se han librado en la historia de este deporte. La siguiente Copa europea le llegó a este club en una final "británica" que libró ante un Chelsea que entrenaba el técnico israelí Avram Grant.