REAL MADRID 1

MALLORCA 3

Real MadridCasillas; Torres, Sergio Ramos, Cannavaro (Javi García, m. 56), Marcelo (Drenthe, m. 68); Lass, Van der Vaart, Higuaín, Robben; Raúl y Huntelaar (Parejo, m. 56).

MallorcaMoyá; Josemi, David Navarro, Ramis, Ayoze; Varela (Castro, m. 80), Mario Suárez, Cléber Santana, Arango; Jurado (Webó, m. 85) y Aduriz (Keita, m. 67).

ÁrbitroAyza Gámez (Colegio Valenciano). Mostró amarillas a Van der Vaart, Sergio Ramos, Javi García, Drenthe, Arango y Mario.

Goles1-0, m. 20: Higuaín.

1-1, m. 27: Arango.

1-2, m. 59: Cleber Santana.

1-3, m.71: Keita.

IncidenciasSantiago Bernabéu. Unos 45.000 espectadores

EFE, Madrid

El Real Madrid, abandonado por su afición en su cierre de la temporada en un estadio Santiago Bernabéu con aspecto desolador, se despidió entre silbidos, goleado por el Real Mallorca (1-3) en el adiós de Fabio Cannavaro que representa el fin de un ciclo.

El conjunto madridista está pagando su penitencia en el final de una temporada para el olvido. Crisis institucional y un mal momento deportivo provocan el abandono de su afición en la despedida del Santiago Bernabéu.

El socio se quedó en casa y las gradas las ocuparon seguidores poco habituales que no esperaban ver a su equipo sin nada que jugarse en el penúltimo capítulo del campeonato nacional y que acabaron hastiados, saldando cuentas pendientes con silbidos a jugadores señalados.

Era el adiós de muchos. Entre todos se eleva la figura de Fabio Cannavaro, el último "Balón de Oro" blanco, que regresa a su casa con dos Ligas y un trozo de corazón madridista. Pero las despedidas llegaban hasta el palco, donde Vicente Boluda presidía su último encuentro en el coliseo de la Castellana.

Para la mayoría pasará al recuerdo por una expresión que ha puesto de moda. El manido "chorreo" que se volteó con el Liverpool. Pocos reparan en la limpieza que realiza en el club para la entrada de nuevos dirigentes, y la modificación del polémico voto por correo que comenzó a hacer habitual en los juzgados al Real Madrid.

Desde el banquillo se despedía Juande Ramos. El vapuleo del clásico le ha pasado factura y sus acciones han caído en picado. Nunca ofreció buen fútbol a su afición. Vivió de la euforia de una racha de jugadores hasta que fue atropellado por el Barcelona. Sin nada por lo que luchar se han visto carencias de juego, sus futbolistas se han dejado llevar y cuentan cada uno de los últimos cuatro encuentros ligueros como un auténtico castigo.

Pero Juande piensa en sí mismo y quería despedirse con un triunfo del Bernabéu. Por eso alineó a lo mejor que tenía. Se olvidó de dar minutos a los menos habituales.