Rafa Sanz, entrenador del Tenerife Rural, apela al convencimiento de sus pupilos en la final a cuatro de Fuenlabrada, ya que por encima de otras consideraciones cree que "lo más importante es el deseo. Debemos grabarnos en la frente que la ACB es posible".

El técnico cordobés, en una entrevista a la Agencia EFE, destacó hoy que "siempre decimos lo que pensamos e igual que durante nueve meses dijimos que el objetivo era la quinta plaza y que luego era estar en la final a cuatro, ahora decimos que el objetivo es la ACB".

Confió en que sus jugadores sepan hacer valer la experiencia de la final a cuatro Cáceres, ya que se trata de "un factor importante", y opinó que el mejor aval del Tenerife Rural para este fin de semana Fuenlabrada son las once victorias sumadas a domicilio a lo largo del presente curso.

Sanz agradeció que el equipo sacara adelante la eliminatoria contra el Axarquía por la vía rápida, ya que así "tendremos más tiempo para oxigenar el cuerpo y la mente" para medirse en semifinales a un Melilla que tiene "una gran capacidad atlética en el juego interior".

El preparador blanquiazul pronosticó que "el tema físico va a jugar un papel muy importante" en la final a cuatro, y es que por norma general "los equipos grandes se diferencian de los menos grandes por su potencia física", dijo.

"Intentaremos llevar el juego por la vía de la velocidad y no por la de la fuerza", avanzó Sanz, quien también apeló a "la agresividad y la inteligencia" como las posibles claves del éxito en Fuenlabrada.

El entrenador del Tenerife Rural concedió que la de Lamont Hamilton es una baja sensible -"sería estúpido no reconocerlo", dijo- aunque matizó: "ya hemos demostrado que no es un factor decisivo siempre y cuando el resto pongamos de nuestra parte".

Centrado en la semifinal contra el Melilla, Sanz tuvo en cuenta las dos derrotas encajadas en la fase regular y que hasta dos jornadas antes del final de la fase regular estaba luchando por el ascenso directo. "Les respetamos mucho, pero tenemos confianza en nuestras posibilidades", aseveró.

Aparte del poderío de los jugadores de interior del Melilla, admitió su preocupación por el rebote defensivo y por que se haga una buena lectura de la defensa del conjunto norteafricano, ya que en el partido del Santiago Martín "nos hicieron mucho daño al contragolpe".

Por último, se ratificó en la teoría de que cada equipo que se clasifique para la final a cuatro tiene un veinticinco por ciento de opciones de ascender. "Primero intentaremos convertirlo en medio kilo y luego llevarnos la pieza entera", concluyó.