Los dos equipos que representan la esencia del fútbol europeo, el campeón de la Liga española y el de la "Premier", el equipo más en forma y el defensor del título, el Barça y el Manchester United, protagonizarán en el Olímpico de Roma la final soñada de la Liga de Campeones.

Las exquisiteces del Barça frente a la solvencia del United. Un partido de máximos y de excesos, donde la idea del ganador saldrá reforzada. Si es el equipo de Pep Guardiola, con la demostración de que la victoria sólo se consigue a partir de la estética, porque el Barça, Stamford Bridge al margen, sólo puede ganar a partir de un buen juego.

Lo del United es diferente. Un chispazo de Wayne Rooney, un disparo de Cristiano Ronaldo, un remate de cabeza de Vidic... con eso a veces sobra para un equipo muy fiable que acumula 25 partidos en Europa sin perder, justo desde que el Milán le ganó el 2 de mayo de 2007 en su carrera hacia la última Liga de Campeones de los lombardos.

El Barça llega al momento culminante del año con todos sus objetivos cumplidos. En una campaña que se preveía de transición, después de dos años en blanco y la destitución de Frank Rijkaard, los azulgrana han sorprendido al mundo futbolístico con un rendimiento extraordinario y dos títulos conquistados: Liga y Copa.

Buena culpa de ello la tiene su entrenador, Pep Guardiola, el técnico novato que ha roto todos los registros en el año de su estreno. Ha ganado la Liga y la Copa y está en una final de la Champions, algo que ya vivió como jugador con suerte dispar en 1992 y 1994.

Guardiola, que ha roto en pocos meses con muchos de los preceptos intocables del fútbol, ha sido el líder indiscutible. Ha ordenado el juego del Barça y le ha dado identidad propia al equipo. En Roma, los catalanes optan a entrar en la historia del fútbol europeo. Si ganan, se ceñirán la triple corona, como ganadores, en una misma temporada, de la Liga, la Copa y la Copa de Europa o la Champions, algo al alcance de únicamente cuatro equipos: Celtic Glasgow (1967), Ajax Amsterdam (1972), PSV Eindhoven (1988) y Manchester United (1999).

En la alineación, Guardiola está pendiente de la evolución de dos de los jugadores más determinantes de la temporada: Andrés Iniesta y Thierry Henry, ambos lesionados y cuya presencia en la alineación no está confirmada.

Pero no sólo tiene problemas el Barça en estas dos posiciones, sino también para completar su defensa. Lesionado Rafael Márquez y sancionados Dani Alves y Eric Abidal, todos ellos titulares, Guardiola deberá alinear a una retaguardia no habitual en el partido más importante del año.

Sin Alves, Carles Puyol jugará de lateral derecho; sin Márquez, volverá a jugar Touré Yayá junto a Gerard Piqué; y la ausencia de Abidal despierta un par de posibilidades: Sylvinho o Keita, en una decisión controvertida.

El rival

Si como todo apunta, juegan Iniesta y Henry, el centro del campo se completará con Busquets y Xavi; y la delantera con Leo Messi y Samuel Eto''o.

Pero no lo tendrá nada fácil el Barça para conquistar su tercera Champions de la historia. Enfrente tendrá al United, el actual campeón de la "Premier", el equipo que defiende el título europeo conquistado la pasada temporada en Moscú, en una hiriente tanda de penaltys para el Chelsea.

Es el United el mejor rival en el partido soñado. Le ha dado el veterano técnico el punto de cocción preciso a su equipo para tener los fundamentos del fútbol británico, pero también del fútbol continental, algo fundamental para triunfar en la Vieja Europa.

Y por eso, el Manchester United, seguramente, no será el equipo generoso en ataque que se podría esperar, sino un conjunto calculador, especulador en ocasiones, a la espera de que el Barça lleve el peso del partido y aprovechar la velocidad de crucero de Park, Rooney y Cristiano Ronaldo en las contras.

Ferguson tiene una baja, la de Darren Fletcher -expulsado en la semifinal contra el Arsenal-, y una duda -la de Rio Ferdinand, con problemas físicos-, aunque en un principio el capitán de los "Red Devils" jugará de inicio.