El técnico del Xerez, Esteban Vigo, sabe que, aunque la afición respira un ambiente de euforia, el ascenso todavía no se ha logrado y por ello hoy ha entrenado a puerta cerrada en el estadio Chapín y mañana vuelve a trabajar a puerta cerrada, esta vez a las afueras de la ciudad.

"Antes de empezar la semana me dirigí a ellos y les dije que esta semana tenían que estar tranquilos. Una buena semana de entrenamiento para afrontar el partido del sábado. La gente es un motivo para que los jugadores estén más motivados. Veinte mil personas no es lo mismo que cinco mil, seis mil o siete mil, que hemos tenido hasta hace poco tiempo en el estadio y esto debe motivar más al equipo para saber que detrás está una afición", afirmó el técnico malagueño.

Al entrenador xerecista no le preocupa el rival del próximo sábado, el Eibar, sino que "lo que realmente preocupa es que no se esté mentalizado, que no se esté preparado para afrontar este partido".

"El club puede hacer lo que quiera externamente, pero lo que me preocupa es el grupo que yo estoy dirigiendo. El martes, cuando llegamos a entrenar, ya lo dije: cuidado con lo que nos estamos jugando, todavía no hemos conseguido nada", insistió.

Cuestionado sobre si el choque ante el Éibar es el más importante de su carrera como técnico, Esteban respondió que, en su opinión, el más importante desde que es entrenador fue el de la temporada pasada ante el Elche, en el que el Xerez se jugaba el descenso.

"Ahora estamos peleando por otra cosa, que es mucho más bonito. El sufrimiento es grande, pero la satisfacción va a ser doblemente mayor", dijo.