Llegó el momento de la verdad para el Tenerife Rural. Será la segunda ocasión consecutiva que el equipo esté en una Final a Cuatro y para muchos la gran ocasión de dar el salto de categoría.

Todo lo trabajado en nueve meses se debe demostrar en esta cita. Primero contra el Melilla, equipo que le ha tocado en semifinales, y luego, en el caso de poder superar el primer obstáculo, en la final contra el ganador del encuentro entre el Alicante y el CB Los Barrios.

El ambiente de la expedición tinerfeña es excelente, un grupo unido, consciente de las dificultades y deseoso de poder alcanzar, no sólo el reto colectivo, sino también los individuales.

Pero el rival también juega y esas ilusiones que tiene el Tenerife Rural también las tiene el Melilla Baloncesto. Al conjunto de Paco Olmos se le escapó el ascenso directo en las dos últimas jornadas y llega a Fuenlabrada dispuesto a todo. Equipo para ello tienen.

El duelo de esta tarde (19:45 horas) viene marcado, en un principio, por dos equipos que llegan ilusionados, con ganas de estar en la final y muy preparados.

El duelo se podría decidir en pequeños detalles, aunque los melillenses que dirige Paco Olmos disponen de una importante ventaja. Cuentan con un poder importante en el juego interior, lugar donde el Tenerife Rural está "cojo" por la ausencia de Lamont Hamilton.

El trabajo semanal del cuadro insular ha estado centrado en reforzar esa faceta, pero sin descuidar sus otras líneas. El Melilla dispone de buenos bases y excelentes aleros, los cuales podrían decidir un partido.

Pero es el Tenerife Rural el que debe marcar el tiempo de partido. Rafa Sanz sabe lo que es un partido así y sabrá sacar el máximo rendimiento de una plantilla capaz de todo. Ya lo hizo en Málaga contra el Clínicas Rincón y hoy lo hará también, seguro.