El Tenerife Rural no pudo terminar con el ascenso su segunda presencia en la Final a Cuatro. Perdió contra el Melilla y así todas las ilusiones. Rafa Sanz, en una entrevista concedida a EL DÍA, habló de la temporada 08/09 y del futuro, no sólo de él, sino también del club. Sanz agradeció el apoyo de los aficionados y mostró la tristeza de que este equipo se pueda romper. Le gustaría seguir en la Isla, aunque con un nuevo proyecto sólido y con un presupuesto acorde a los objetivos. Los próximos días podrían ser claves en el futuro del técnico.

¿Cómo resumiría esa Final a Cuatro en Fuenlabrada?

Llegamos donde los mejores, fue un momento de máximo nivel y estuvimos luchando hasta el último segundo. Competimos como siempre, defendimos nuestra forma, nuestro estilo y estuvimos a punto de colarnos en la final. Nos faltó poco, pero sentí un gran orgullo por ver a mi equipo darlo todo.

¿Fue demasiado duro afrontar un partido así con la ausencia del jugador clave?

A la vista de cualquiera está. Tú escuchaste a Ricard Casas, que nos vio 10 minutos de un partido, decir cómo éramos capaces de jugar a partir del poste medio. Eso que él apreció en 10 minutos, nadie ha visto en 3 años aquí. Y en ese apartado, Hamilton era clave. Pero en nuestro equipo las lamentaciones duran medio segundo. Nos olvidamos de su concurso y planteamos el play-off y la Final a Cuatro sin él.

¿Cuáles han sido sus sensaciones a lo largo del pasado fin de semana?

Ilusión y luego tristeza. Siento una desazón muy grande de pensar que este equipo se puede romper y esta forma de fichar, de trabajar, de jugar y de vivir el baloncesto, quede en la basura.

¿Se perdió en Fuenlabrada la gran oportunidad del Tenerife Rural de ascender?

Si la gente quisiera, el año que viene luchábamos por ascender otra vez. Si la gente que quiere a nuestro equipo, se movilizara y reclamase el derecho de nuestro club a seguir vivo, la opción para la que se creó este club estaría vigente.

Una campaña dura, quizás más que la pasada, pero el equipo llegó hasta el final. ¿Fue un éxito de temporada?

Rotundo. Lo dimos todo. El equipo fue generoso en el esfuerzo y en el comportamiento. Con problemas económicos, con dudas sobre la continuidad de personas importantes para nosotros dentro del consejo de administración, etc.., el equipo defendió el escudo con orgullo y gran profesionalidad. Hubo muchos jugadores muy tocados físicamente que pusieron mucho por el equipo.

¿Qué le faltó a este Tenerife Rural para alcanzar el ascenso?

No perder a Hamilton, por cinco semanas primero y para los play- off y la Final a Cuatro después. Y un poco de más dinero para haber tenido once fichas profesionales y no diez.

¿La relación presupuesto-rendimiento ha sido un éxito?

Sin lugar a dudas. Se me dio el encargo de disponer de un dinero que no se gastó en su totalidad y además conseguimos llegar hasta la Final a Cuatro.

¿Hay que lamentarnos por algo?

Por nada, las lamentaciones no sirven de nada.

¿Con qué se queda de esta temporada?

Con el deseo de los jugadores en la cara antes de la semifinal con Melilla, querían llevar al club a la ACB, se les veía con una pasión enorme.

¿Y qué es lo más que le ha preocupado?

Los problemas financieros. Y no por una gestión deshonesta, porque la gente que hay en el consejo, con aciertos y errores, es de fiar, pero, los problemas económicos han mermado por momentos la concentración del grupo.

Usted ha defendido a capa y espada la forma de jugar del Tenerife. ¿Cree que ha fallado el sistema o los jugadores o no ha fallado nada?

Si tú crees que con otra forma de juego se hubiera llegado más lejos, o sea, a la final, contando con la lesión de Hamilton, las faltas de los interiores etc..., pues que otro lo haga.

¿Qué ha supuesto para el equipo la baja de Barbour y el posterior desenlace?

Nada, una decisión que salvó la ética de trabajo del equipo y marcó una línea entre la disciplina y el populismo.

Sus palabras en la última rueda de prensa, tras el choque contra el Melilla, sonaron a despedida. ¿Ha querido decir que no seguirá en el club?

Si hay un proyecto para estar arriba y hay apoyos económicos claro que seguiría y lucharía por mantener a parte de este equipo. Si no hay un proyecto que pueda aspirar a poner a este club dónde me-rece, que es la ACB, será difícil.

José Miguel Martín-Fernández dijo que su primera opción es Rafa Sanz. ¿Y usted que dice?

Que luchen por cerrar este ejercicio y que reclamen con la cabeza alta apoyo para que esto no muera. Esos 400 que había en Madrid merecen un respeto, la ilusión de los 3.000 del play-off, merece un volverlo a intentar. Existe una responsabilidad compartida en la creación y posterior inversión hecha en esta sociedad y no podemos poner un muerto en la cuneta sin más.

¿Cree que la etapa de Rafa Sanz ha terminado en el Tenerife o le queda tiempo para seguir preparando un buen proyecto?

Mi tiempo acaba cuando se acabe mi ilusión, y eso no ha acabado. Yo creo en el Tenerife Baloncesto en la ACB, si hay unos medios decentes para al menos, intentarlo, podría seguir. Pero, ya se ha visto en la Final a Cuatro los mimbres con lo que cuentan otros. Debemos reflexionar qué queremos, cómo queremos lograrlo y hacia dónde queremos ir.

¿Qué tiene que decirle a la afición que lo ha apoyado a usted y al equipo durante toda la temporada?

Gracias, gracias de corazón. Querer deslegitimar el sentimiento de esa gente, negar el sentimiento blanquiazul de nuestra afición, no es justo. Tenemos afición para luchar entre los mejores de la LEB, y soñar con el ascenso. Y si no se consigue seguir en la lucha. Hay que colocarse retos difíciles y tener ambición.

Usted lleva muchos años entre nosotros en etapas repartidas entre La Palma y Tenerife con lo que conoce perfectamente nuestro baloncesto. ¿Cree que es el que hay y no hay solución?

Siempre hay solución, pero, debe haber generosidad, altura de miras y olvidar el rencor y el odio. Por la historia del Náutico, del Ca-narias, por el propio Tenerife, por el volumen de baloncesto base que hay, por la repercusión que supondría para la Isla, por muchos motivos, queremos ACB y deberíamos luchar por ella.