La posibilidad de que el Tenerife certifique su ascenso a Primera este domingo pasa por el empate o la derrota del Hércules en el partido que le enfrentará el sábado al Alicante. Teniendo en cuenta las aspiraciones del equipo que en-trena Juan Carlos Mandiá y que sus vecinos perdieron el pasado fin de semana las pocas opciones que les quedaban de salvar la categoría, lo normal es que el conjunto de José Luis Oltra no reciba, coincidiendo con su encuentro con el Xerez, la ayuda que necesita para festejar la consecución matemática del objetivo que persigue. Pero en el Alicante no lo tienen tan claro. Dos ex blanquiazules que juegan en el antepenúltimo clasificado, Luis Gil y Manuel Blanco, advierten de que su equipo puede dar la sorpresa.

El primero sostiene que la re-ciente confirmación del descenso del Alicante no tiene por qué afectar a sus jugadores, pues ya venían "rondando" ese desenlace desde que comenzó la Liga. Lo que han conseguido con una "digna" se-gunda vuelta, en la que han alcanzado un nivel comparable al de los rivales más potentes, ha sido "re-trasar" un final cantado. Además, según contó Luis Gil, el Alicante prepara el choque del sábado con la intensidad propia de un derby y la certeza de que "la afición quiere el triunfo". Además, el centrocampista piensa que "el Hércules está tocado porque se ha situado a cinco puntos de distancia del tercero y a seis del Tenerife, y a falta de tres jornadas se ha llevado un palo gordo, porque esperaba encontrarse en otra situación".

Pero no se refugia sólo en el teórico desconcierto del rival para ser optimista, sino también en los aceptables números de su equipo en los últimos meses de Liga. De hecho, afirma que "la diferencia no es tan grande con los de arriba" y en el Hércules "son conscientes" de esa mejoría. "Saben que el problema del Alicante fue el lastre de la primera vuelta", apuntó Luis.

Para demostrar que el Alicante no es un adversario tan vulnerable como se piensa, recordó que el Tenerife dejó escapar una ventaja de dos goles cuando visitó el Rico Pérez por primera vez esta temporada. Gil declaró: "Ahí se vio que no somos tan inferiores a los demás. La situación del equipo es engañosa por el desequilibrio que tuvo en la primera vuelta. Si no, no estaríamos ni en descenso".

Por su parte, Blanco confesó que, "dentro de lo malo", en el vestuario están "bien" y quiso defender la "profesionalidad" de una plantilla que va a "pelear hasta la última jornada para sumar los puntos que quedan, más que nada por los futbolistas", que lo han pasado "mal" esta temporada, y "por la afición, que también se lo merece".

El sevillano calificó el choque que tendrá lugar en el Rico Pérez como "atractivo" y señaló que se trata de un duelo de máxima rivalidad que "todo el mundo querrá ganar", al margen de que el Alicante "no tenga esperanzas" de evitar el descenso. "Lo haremos por la afición y por los jugadores", insistió.

El defensa andaluz no descartó que se produzca el triunfo del conjunto más modesto, tal y como pasó en el duelo de la primera vuelta. "Esto es fútbol y cualquiera puede ganar", explicó para añadir que el Alicante, que jugará como local, hará "todo lo posible por ganar".