El piloto español Fernando Alonso podrá disputar este fin de semana el Gran Premio de Europa de Fórmula Uno, en Valencia, después de que el Comité de Apelación de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) transformase ayer en una multa de 35.500 euros la suspensión por una carrera impuesta a su equipo, Renault, en Hungría.

El pasado 26 de julio los comisarios del Gran Premio de Hungría sancionaron al equipo Renault F1 con su suspensión para la siguiente carrera, en el circuito urbano de Valencia, por entender que la escudería francesa actuó de forma deliberada contra la seguridad de los demás participantes al permitir que el coche de Alonso saliera a pista pese a saber que una rueda no estaba bien fijada.

En su argumentación, los comisarios también acusaron a Renault de no avisar apropiadamente a Alonso y de no tomar una decisión conforme a lo que ocurría en ese momento, incluso cuando el equipo contactó con el piloto a través de la radio cuando el bicamopeón creía que tenía un pinchazo.

Para los comisarios, como consecuencia de estas irregularidades, una parte pesada del coche se desprendió en la curva cinco y, posteriormente, en la curva nueve, lo hizo la propia rueda, lo que da lugar a la infracción de los artículos 23.1.i y del 3.2 del reglamento deportivo de la Fórmula Uno de 2009. La escudería Renault presentó un recurso ante el Comité de Apelación de la FIA con el objetivo de poder estar en la carrera de valencia, undécima prueba del Campeonato del Mundo.

Ayer, ante Apelación, Renault admitió haber infringido el reglamento, pero precisando que el castigo era excesivamente severo, por lo que solicitó reconsiderar la sanción. Tras haber escuchado a todas las partes, el Comité de Apelación resolvió ayer anular la suspensión y dejar la sanción en una multa de 50.000 dólares (alrededor de 35.500 euros) a Renault. La FIA publicará hoy los argumentos completos de su decisión, que le permite a Alonso y a Renault estar en la parrilla de salida en el circuito urbano de Valencia.