El COI tomó ayer la decisión histórica de conceder por primera vez unos Juegos Olímpicos a Sudamérica y encargó esa responsabilidad a Río de Janeiro, que eliminó en sucesivas votaciones a sus rivales Chicago, Tokio y Madrid, también aspirantes a organizar la edición de 2016.

Río derrotó en la ronda final a Madrid por una amplio margen, 66-32, que habla del deseo del COI de abrir el mapa de los Juegos a zonas aún inexploradas. Después del resultado de ayer, África es el único territorio ajeno a los Juegos.

La candidatura brasileña fue defendida con pasión, cercanía y empeño por el presidente del país, Luis Inàcio "Lula" da Silva, que intervino ante la asamblea olímpica reunida en Copenhague para solicitar unos Juegos que, dijo, se merecía la juventud de Sudamérica.

Lula afirmó que había llegado "la hora" de Río, la única entre las diez principales economías del mundo que nunca ha tenido unos Juegos Olímpicos.

Ocho horas después, cuando ya se sabía ganador, Lula lloró de felicidad ante centenares de periodistas de todo el mundo. "Brasil ha ganado definitivamente su ciudadanía internacional, ya no somos más ciudadanos de segunda clase", afirmó.

Madrid se quedó a las puertas de los Juegos por segunda vez consecutiva. Más cerca incluso que hace cuatro años, cuando terminó por detrás de Londres y París.

La capital de España exhibió ante el COI sus instalaciones ya terminadas, la gloria de sus deportistas y el apoyo de sus políticos, pero se cumplió el principio de alternancia continental que impide que dos ediciones consecutivas de los Juegos se disputen en el mismo continente.

Chicago fue la primera en caer eliminada, mientras que Tokio se despidió en la segunda elección.