A Ezequiel Luna le emociona especialmente el partido de esta tarde: "Cualquier jugador del mundo quisiera estar. Somos privilegiados los que estaremos disfrutando del partido", afirmaba ayer. Eso sí, luego especificó que ello no le hace "perder la cabeza". A su juicio, se debe afrontar el partido siendo "conscientes de la clase de jugador que hay enfrente", pero, sobre todo teniendo claro que "dentro del campo no hay amigos, familiares, ídolos, ... ". El central es ambicioso. De antemano no firma ni siquiera el empate: "No pensamos en eso, sino en ganar", indicó. "Tenemos que ser egoístas, pensar en nosotros y tratar de hacerle un partido incómodo al Barcelona. Tenemos que ir leyéndolo, a ver cómo salen las cosas", añadió. El defensa es consciente de que el equipo de Guardiola es potente en todas sus líneas, aunque lo que más le preocupa es su potencial ofensivo: "Tenemos que ser un equipo, estar bien cerradito y esperar nuestras oportunidades", apuntaba, al tiempo que aclaraba que la idea del Tenerife no es tutear al Barça: "Si jugamos de igual a igual con la calidad que tienen se nos complicarán muchísimo. Tenemos que estar atentos, esperar, saber leer bien el partido porque si te equivocas no te van a perdonar y una vez que tengamos el balón tratar de moverlo para hacerles correr", especificó. El central no supo decir cuál es el punto débil de la escuadra catalana. Y prometió, después de asegurar que está seguro de que la afición apoyará al equipo, que intentará "brindarle un buen espectáculo".