HILVANANDO las pistas que dio José Oltra el viernes y la lectura del partido que hizo Ezequiel Luna ayer, podemos tejer una idea de cómo va a jugarle hoy el Tenerife al Barcelona, Ése es el asunto central, porque de ello se trata. O sea, cuando un equipo se mide al Barcelona actual, tiene toda la tarea sobre su mesa y debe elegir cómo resolverla, en la medida de lo posible.
Oltra y Luna han dejado claro que el Tenerife no va a jugar de tu a tu a un rival que, obviamente, establece enormes diferencias en todo lo que tiene que ver con la técnica individual y con la precisión, de manera que en un tipo de partido así, con espacios, lo normal sería una goleada. Pero tampoco es aconsejable plantear la táctica opuesta, o sea, la de replegarse y tratar de defender reduciendo los espacios muy cerca de Sergio Aragoneses, porque el Barcelona abre las defensas tarde o temprano, en base a su excelente juego de posición, de toque, de desmarque, de precisión en los pases y de ocupación de los espacios con llegadores al área desde líneas más retrasadas.
En tal coyuntura, cuando ir muy arriba y jugar abiertos es un suicidio y hacerlo muy atrás es esperar arrodillados la derrota, sólo queda un camino que tomar: el del medio, y ese es el que va a ocupar el Tenerife para masticar ahí su planteamiento. La idea es partir de un posicionamiento alejados del área y estar muy juntos y al mismo tiempo muy intensos para presionar al rival con el fin de cortarle el circuito en cuanto la pelota entre en la zona de creación azulgrana. Si lo consigue, la segunda parte del plan de Oltra es que medio equipo salga hacia arriba con las armas de siempre, tocando, ocupando posiciones por dentro, tratando de limpiar obstáculos con la habilidad de Kome o sorprender con la media distancia de Alfaro, jugando al ataque con la libertad y soltura. La tercera petición en esta lista de intenciones y propósitos es marcar primero, un acto de fe para que el estadio se involucre en un desafío colosal, sólo posible si todos, los de dentro y los miles de fuera, creen de verdad.