tfe. rural 71

c. rincón 75

Tenerife Rural(20+23+12+16). Eric Sánchez (2), Fergerson (14), Julio González (9), Roe (18), Ayón (8) -inicial-, Boccia (9), Sergio Pérez (3) e Iván Rodríguez (2).

Clínicas Rincón(21+23+13+18). Cobos (12), Zamora (19), Navajas (11), Díaz (3), Sinanovic (12) -inicial-, Pozas (-), Lima (12), Servera (5) y Movilla (1).

ÁrbitrosMartínez Prada y Ricardo Santana.

Parciales13-19, 20-21, 27-32, 43-44, 49-52, 55-57, 67-65 y 71-75.

IncidenciasPabellón Insular Santiago Martín. Unos 1.500 aficionados.

"Esta derrota duele mucho, pero hay que levantarse", decía Julio González al término del partido. "Estamos muy jodidos. Teníamos que haber ganado el partido", comentaba Iván Déniz. Y es que la derrota de ayer del Tenerife Rural es de esas que duelen, que no te explicas y con la que, de pasar a situarse entre el grupo de la zona media, se vuelve a meter en el que lucha por la permanencia y con unos próximos partidos muy duros -Menorca fuera, y Socas Canarias en casa-. Este choque es de los que el grupo de Iván Déniz tenía que ganar, aunque fuera jugando mal. A un rival directo no se le pueden dar tantas facilidades.

No fue el Tenerife Rural de las últimas jornadas, ese equipo que ganaba desde la defensa. Ante los malagueños faltó el juego colectivo y, sobre todo, que algún miembro más del equipo se uniera al buen trabajo de ataque que realizaron Ayón y Lou Roe, los mejores de los blanquiazules.

El Tenerife Rural de ayer no hizo méritos suficientes para ganar y, encima, se encontró con un adversario muy intenso y acertado en ataque.

El acierto exterior del Clínicas Rincón sorprendió inicialmente al Tenerife Rural. Navajas y Zamora no fallaron desde la línea de tres puntos, mientras que dentro el "gigante" Sinanovic podía con la defensa tinerfeña. El ritmo de juego, pese a todo, era muy alto y aunque los visitantes se fueron con un 2-8, los tinerfeños empatarían pronto (8-8).

Los blanquiazules fueron siempre a remolque y sólo acciones individuales de Ayón y Roe permitieron a los locales mantenerse en el encuentro.

El segundo cuarto fue muy similar con un Clínicas Rincón que llevó bien el control del juego, pero no pudo frenar a Roe, el único que lograba romper la defensa del plantel que dirige Paco Aurioles. Eso no impidió que el Axarquía se fuera de diez puntos (22-32), aunque un parcial posterior de 5-0 pusiera el marcador en un 27-32.

Como ocurriera al final de la primera mitad, el Tenerife Rural apretó y logró llegar al descanso con un punto abajo (43-44).

Lou Roe, con 18 puntos, se convirtió en el jugador referente del equipo, pero ya en la segunda mitad no existió.

Con este marcador y las malas sensaciones que dio el equipo se esperaba un cambio en la continuación, pero no fue así. La ansiedad pudo con el grupo. Cada uno intentaba resolver por su cuenta y, además, entre Lima y Navajas se encargaron de frenar a Lou Roe.

Pese a todo, el Tenerife, después de muchos minutos por debajo en el marcador, logró ponerse por delante (49-48). Le duró un minuto y los malagueños tiraron de su potencia interior -Lima y Sinanovic- para volver a controlar el partido. La entrada de Julio González sirvió para darle velocidad al Tenerife Baloncesto. El alero leonés forzó en el juego interior y permitió liberar a sus compañeros. Con un 50-57 (min. 29) surgió de nuevo la buena racha local para irse al final del tercer periodo con un 55-57.

Todo se decidiría en el último cuarto. Fueron diez minutos en los que había mucho en juego y la necesidad del triunfo afectó más al Tenerife Rural. Ninguno de los dos equipos lograba ya tomar diferencias. Bruno Fiorotto deshizo el empate a 61 después de anotar los tiros libres (63-61), pero un posterior triple de Zamora situó a los malagueños por delante.

Adrian Boccia, muy activo cuando estuvo en cancha, anotó cuatro puntos consecutivos y puso el marcador en 69-64. Un parcial de 6-0 que obligó a Aurioles a pedir tiempo muerto. Díaz, con un triple, y Cobos le dieron de nuevo la vuelta al marcador (69-69), Dave Fergerson colocó el 71-69 y Lima casi sentenció con un triple (71-72). Fue el momento en que los tinerfeños no supieron atacar bien la defensa rival y las acciones ofensivas, sin orden alguno, se estrellaban ante la defensa malagueña, que, pese a la juventud de sus jugadores, estos demostraron mucha calidad.