Javier Clemente se marchó del Heliodoro convencido de que "si un equipo pudo ganar, fue el Valladolid". En su regreso a la Primera División, el técnico de Baracaldo se tuvo que conformar con "el peor resultado", un empate "que no es bueno" ni para el Tenerife ni para su equipo.

El ex seleccionador nacional resumió el encuentro destacando que en la primera parte el Valladolid protagonizó "tres o cuatro contragolpes muy bonitos para haber hecho más daño". Luego, tras el descanso, el Tenerife "metió atrás" al conjunto castellano "en un momento de presión", aunque añadió que "apenas pasamos peligro".

Clemente reforzó su punto de vista señalando que "cuando el público local silba, es señal de que el equipo de casa está peor que el de enfrente". Al respecto, recordó que los nervios suelen jugar malas pasadas a los equipos inmersos en situaciones complicadas. "Hay que jugar en estas circunstancias y los futbolistas se tienen que amoldar. Si estando en la cola no ganas porque te pones nervioso, no ganas nunca, a no ser que te regalen los puntos".

En cuanto a los aspectos que le gustaría mejorar en el funcionamiento del Valladolid, declaró, haciendo gala de su estilo, que le encantaría que "los jugadores chutarán desde fuera del área y metieran el balón por la escuadra". Más en serio, explicó que "en una contra de cuatro jugadores frente a tres, hay que hacer más daño, pero es cuestión de calidad y a los futbolistas hay que decirles que no pasa nada".