Ricardo León y Pablo Sicilia son dos de los representantes del fútbol canario de la plantilla del Tenerife, y también partícipes del proyecto que el club puso en marcha hace cuatro años con el objetivo de llegar a la máxima categoría e iniciar una nueva etapa en la élite.

Con 270 partidos de Liga disputados entre los dos con el uniforme blanquiazul, el realejero y el grancanario tienen ante sí una de las citas más relevantes de sus carreras, un paso más que dar en el crecimiento del club con el que ellos también han evolucionado.

El centrocampista asume la responsabilidad sin "pensar en el fracaso". Recuerda que se trata de un "partido de fútbol" y confía en el mejor desenlace. " Hay que verlo con normalidad y, a partir de ahí, ya veremos lo que ocurre", aconseja el canterano, que es consciente de que el Tenerife tendrá "a toda la Isla detrás", así como una "afición que siente muchísimo los colores y lo pasa mal por el equipo. Qué menos que hacer un gran esfuerzo y darle una alegría".

Para ello, sostiene que una de las claves consistirá en "abstraerse de todo lo que rodea al partido y a la semana, porque se hacen muchas estadísticas para ver lo que pasará, pero eso no sirve de nada. Hay que salir a ganar, mentalizados y tratar el partido como uno más, sa-biendo que nos jugamos mucho".

En este sentido, destaca la conveniencia de que los jugadores sepan dosificar su empuje. "Habrá que encontrar el término medio para no salir demasiado precipitados, intentar darle intensidad al juego y a la presión, y tratar de hacer las cosas como sabemos cuando tengamos el balón, porque la ansiedad puede ser perjudicial".

Por su parte, Pablo no oculta que se trata de un compromiso "importante" en el que el club se lo jugará "todo", de manera que "habrá que ganar al Valencia sí o sí". Del resultado dependen, entre otras cosas, "toda la temporada y la felicidad de miles de personas que querrán ver a su equipo una temporada más en Primera. Somos conscientes de la repercusión del evento y de que hay que salir con la intención de sumar tres puntos".

Al contrario que su compañero, el defensa sí participó en el encuentro de la pasada temporada que confirmó el ascenso del Tenerife. En cualquier caso, no encuentra similitudes entre la visita a Montilivi y la cita en Mestalla, porque "el objetivo era otro y ahora estamos concentrados para hacer las cosas de la mejor manera posible".

A modo de anticipo de lo que sucederá el domingo, opinó que "los equipos que bajen, lo harán por méritos propios, porque no dieron la talla para seguir en Primera".

No obstante, advirtió de que el adversario del Tenerife no regalará los puntos. "El Valencia querrá ganar y despedirse con un buen resultado de su afición. Si estuviera en su lugar, lo intentaría hacer lo mejor posible delante de mi gente. No creo que ningún jugador salga al campo pensando que ya está de vacaciones, sinceramente".

De resto, es partidario de no desviar la atención a lo que acontezca en La Rosaleda, Nou Camp y El Sardinero, donde también estará en juego la Liga de la permanencia. "Tenemos que mirarnos a nosotros mismos", remarca Pablo, quien insiste en destacar el compromiso del grupo que lidera Oltra. "Ya de por sí, el jugador es consciente de lo que se está jugando y de que la repercusión es grande, pero mientras más tranquilo esté el futbolista y mejor lo lleve, más va a rendir".

Pablo observó que "hay muchos jugadores que terminan contrato, y tener en tu expediente un descenso no es nada agradable, así que trataremos de quedarnos en Primera por todos los medios".