El número uno del mundo, el suizo Roger Federer, dio la vuelta al encuentro contra el letón Ernests Gulbis (3-6, 6-1 y 6-4) para alcanzar la semifinal del Masters 1000 de Madrid, de donde salió campeón hace un año.

Con el recuerdo aún fresco del último enfrentamiento entre el helvético y el letón, hace una semana en el Masters 1000 de Roma, Federer se encontró otra vez con un compromiso enquistado desde el principio. Pero del que supo salir airoso gracias a la falta de estabilidad en el juego de su rival.

Gulbis, de entrada, salió poderoso. Cuando el saque le ampara y el partido de cara suele ser solvente. Eso pasó al inicio. Cuando arrolló con su saque y rompió el del suizo, lo que le situó con una renta de 3-0. Cuando Federer quiso reaccionar, el letón, ganador este año en Delray Beach, ya se había apuntado el primer set.

Puede que el vigente campeón se temiera lo peor cuando Ernests Gulbis volvió a romper en la primera ocasión del segundo set. Algo cambió a partir de entonces.

El suizo se centró, empezó a fallar menos y el saque del letón decayó en consistencia y fiabilidad. Federer hizo su primer ''break'' del partido y equilibró la situación. A su rival le ganó la desconfianza y cuando pudo enmendar su cuesta abajo (3-1 para el suizo) no fue capaz de rematar.

Federer se encontró entonces con una tarea más sencilla y el partido de cara. Se apuntó el segundo parcial (6-1) y prolongó su dinámica en el tercero, con otra rotura en el tercer juego. Gulbis mejoró. Pero no lo suficiente como para plantar cara al número uno del mundo, enfilado hacia el triunfo, que cerró tras una hora y 53 minutos de partido.

El suizo se enfrentará en semifinales al ganador del partido entre el español David Ferrer y el británico Andy Murray.