El Tenerife CajaCanarias acarició el ascenso a División de Honor durante la mañana de ayer en Alcobendas hasta la disputa de las dos últimas pruebas, los relevos 4x100 y 4x400, en los que las blanquiazules vieron como se esfumaba una sustancial ventaja de casi 20 puntos de diferencia respecto a sus dos grandes rivales, y a la postre, nuevos clubes de la máxima categoría, Madrid Mapoma Pozuelo y Universidad de Oviedo. Las asturianas, que hasta la fecha siempre habían cedido frente a las de Ramón Luis Herrera, aventajaron en sólo dos puntos a las isleñas (178 a 176). Mapoma hizo 189 y Silla, 139.

Desde el inicio de la jornada los pronósticos previstos se truncaron. Las locales del Mapoma, en teoría, firmes candidatas al título de Primera División, tenían inconvenientes para imponerse en las modalidades del comienzo del cuadrangular final, dando alas al Universidad de Oviedo, que encabezó la clasificación general hasta el meridiano de la competición en el que las insulares, contabilizadas sus pruebas fuertes, la velocidad y los concursos, imponían un efímero dominio que empezó a truncarse al unísono con la aparatosa lesión de su lanzadora de jabalina Elena González.

Los malos augurios tuvieron un mayor énfasis en los decisivos relevos, en los que el Tenerife CajaCanarias fue último en el 4x400, posición que entraba dentro de la lógica, pero erró en el 4x100, al ser superado en ese pulso final por el Universidad de Oviedo, casi un segundo más rápido. Se minimizaba de esta manera el meritorio papel desarrollado durante las dos jornadas anteriores, en las que las tinerfeñistas habían evidenciado méritos más que suficientes para recuperar la categoría perdida hace un año en Santander.

A título individual

A título individual, volvieron a completar una actuación de lujo las velocistas Naná Jacob y Estefanía Hernández. Ambas, en el 100 y el 200, sumaron 28 puntos, como Marisa Pérez y Tere Linares, primera y segunda, respectivamente, en los 5 kilómetros marcha. En las vallas, a pesar de la baja de última hora, por enfermedad, de María Hernández, notable bagaje de Famara González, primera en el 400 y quinta en el 100, sin apenas descanso. En el 100 vallas, Beatriz Martín fue tercera, idéntica posición a la conseguida por Aremoga Santana, en el 400 vallas. También estuvo muy compensada la participación en el 400 lisos, con Cristina Hernández, segunda, y Patricia Oramas, cuarta.

En los concursos, el Tenerife CajaCanarias también desplegó su enorme maquinaria en el Polideportivo José Caballero de Alcobendas. Hizo doblete en la pértiga, con Raquel Jordán y Adriana Domínguez, y Yamilé Paumier impuso su calidad en el peso con un primer puesto que fue acompañado por un quinta puesto de Carolina Guillén, que también fue segunda en disco. Carmen Espino completó la sobresaliente actuación en los lanzamientos con un tercer lugar en el disco, mismo lugar que ocupó Elena González en la jabalina, siendo en esta misma prueba quinta Raquel Jordán.

En las pruebas finales, Susana García y Amanda Rodríguez, tercera y cuarta, respectivamente, en el triple salto, aumentaron las opciones tinerfeñas de subir a División de Honor, pero los pequeños detalles desnivelaron la balanza a favor de madrileñas y ovetenses, a pesar de que, en la tabla de puntos IAAF -es decir, teniendo en cuenta las marcas de cada una de las atletas-, el Tenerife CajaCanarias fue el mejor de los cuatro participantes, con un total de 28.351 puntos.