Cesc Fábregas defendió las cualidades de España como candidata al Mundial 2010, y sin querer asumir el favoritismo, aseguró que tiene que ser el torneo de la "Roja" para cambiar la historia.

"Respecto al último Mundial somos una selección más joven, pero a la vez muy experimentada. En Alemania empezamos muy bien, todo iba perfecto, pero en un partido de mala suerte en el que creo que fuimos bastante superiores a Francia, nos echaron. Tenemos que aprender de eso", aseguró.

"En un Mundial cualquiera te lo pone difícil, sea quien sea. Hay que aprender de los errores. Si queremos ganar el título, además de ser los mejores, como pasó en la Eurocopa, necesitaremos suerte. A ver si lo podemos conseguir", dijo.

Preguntado por las razones que hacen a España una de las favoritas, Cesc elogió el ambiente que se respira en un grupo de jugadores que han creado amistad por los años que llevan juntos y la calidad del equipo. "Somos un grupo muy bueno que, indudablemente, tenemos calidad. Veo un equipo muy competitivo, con hambre de ganar, sabiendo que este tiene que ser nuestro momento. Veo mucha hambre de título y ganas de demostrar que España puede ser la mejor del Mundial", manifestó.

Tras convertirse en el jugador más joven de la historia de la selección española en alcanzar 50 partidos, al hacerlo con 23 años, Cesc repasó su mejor momento y el peor con la "Roja". "El peor fue el día que nos eliminó Francia. Fue un palo bastante duro. Además yo llevaba poco en la selección y era una oportunidad muy bonita. Teníamos muy buena selección y nos echaron de una manera un poco impropia, porque lo hicimos súper bien en todo el torneo y no es normal que nos echaran de esa manera".

"Por supuesto que el más feliz fue al ganar la Eurocopa. Sólo lo puede superar lograr el Mundial".

Ese éxito de la Eurocopa, enseñó al grupo la mentalidad de pensar partido a partido. Lo demostró Cesc al no admitir ahora el papel de favorito pese a que España ganó todos los partidos camino del Mundial. "El equipo está muy mentalizado de que no somos favoritos, ni mucho menos. Somos un equipo normal que está aquí como todos para ganar el Mundial. Tenemos que ir poco a poco, hace dos años nadie hablaba de nosotros en la Eurocopa. Fuimos partido a partido, siendo muy humildes, trabajando en segunda fila y, al final, fuimos campeones".

"Por eso sólo pensamos en el primer partido ante Suiza y en la clasificación del grupo. No miramos más allá. Hablar ahora de octavos o cuartos no tiene ningún sentido. No hay ninguna selección que tenga asegurado su pase", agregó Cesc antes de elogiar al tinerfeño Pedro Rodríguez. "Me ha sorprendido muchísimo. Lo da todo en cada entrenamiento, presiona arriba y eso a un equipo te da mucha vida. No deja sacar el balón limpio y eso es positivo".