El escolta Kobe Bryant, que sintió como Los Ángeles Lakers perdieron el cuarto partido de las Finales de la NBA, después de hacerlo de nuevo en el quinto (92-86), confirmó su "infelicidad" y frustración por el juego del equipo al decir que si quieren ser campeones tienen que superarse.

"No hablemos más de rivalidad ni revancha para que nuestro equipo esté motivado y luche por evitar la eliminación, simplemente debemos salir al campo y jugar nuestro mejor baloncesto", declaró Bryant. "¿No veo donde está el problema?, se preguntó el escolta estrella de los Lakers cuando le preguntaron si debía motivar a sus compañeros.

"Si a estas alturas tengo que decirles alguna cosa a ellos, entonces no merecemos ser campeones. Estamos 3-2 abajo en la eliminatoria, pero volvemos a nuestro campo, debemos ganar el próximo partido y llegar al siguiente. Tan simple como eso", argumentó Bryant.

Todo el esfuerzo individual que Bryant realizó a partir de los últimos cinco minutos del segundo cuarto y hasta los dos del final del tercero con una producción de 23 puntos consecutivos, no iba a servir para nada porque los Celtics se pusieron arriba hasta 13 tantos.

"No hicimos ningún tipo de defensa para controlar su ataque", criticó Bryant. "Penetraron a canasta una y otra vez y jamás vas a ganar un partido que a un rival que tiene al final un 56 por ciento de acierto en los tiros de campo".

Bryant lo había dicho todo sobre la realidad que le toco vivir en el quinto partido al ver que su inspiración encestadora, una vez más, no sirvió para ganar un partido importante.

Sin embargo, el entrenador de los Lakers, Phil Jackson, también una vez más defendió la decisión que la estrella del equipo se decidiese a ser la primera y única opción en el ataque de los actuales campeones de liga.

"Es el tipo de jugador que posee la muñeca encendida y que va a surgir por seguro", declaró Jackson. "Estábamos esperando para que hiciese esa aportación. Salió y encontró el ritmo".

Jackson, al que se le escuchó en el último tiempo muerto del partido decir a través del micrófono que llevaba puesto para la trasmisión del partido por televisión, que los Celtics eran el equipo que había perdido más encuentros en el cuarto periodo que cualquier otro de la liga, al final tampoco lo aprovecharon.

"Saben como perder los partidos y eso es lo que nos están mostrando ahora mismo a nosotros", les arengó Jackson a los jugadores de los Lakers.

Sin embargo, el alero Paul Pierce, Kevin Garnett y el base Rajon Rondo, fueron los que les demostraron a los Lakers que sabían también como aguantar la presión y la inspiración encestadora en solitario de Bryant para conseguir la victoria.

"Básicamente lo que ha sucedido es que estamos en lo que supone la ventaja de campo", declaró diplomáticamente Jackson al valorar el regresar a Los Ángeles con la desventaja de 3-2. "Creo que eso era lo que se pensaba que podía suceder. Pienso, ¿o no es así?.

Tal vez ese era el objetivo que Jackson y los Lakers querían conseguir al llegar a Boston después de perder el segundo partido de la serie al mejor de siete, pero después de ganar el tercero nadie dentro del equipo, con Bryant a la cabeza, se imaginó que iban a volver al Staples Center con la desventaja de 3-2.

"Esta claro que tuvimos oportunidades para haber conseguido darle la vuelta al marcador, especialmente cuando Fisher (Derek) le ganó a Garnett (Kevin) en un salto muerto y la pelota le llegó a Ron (Artest), sin que pudiese aprovecharla para anotar", señaló Jackson.

Jackson admitió que los Celtics no se esperaban esa jugada y por eso no corrieron a defender aunque lograron hacerle falta personal a Artest para que no anotase y luego fallase los dos tiros de personal que hubiesen reducido la desventaja a sólo tres tantos.

"Faltaban todavía casi 40 segundos para el final y hubiese sido la jugada decisiva que cayese de nuestro lado, algo que al final no sucedió", admitió Jackson.

El entrenador de los Lakers destacó que mientras que a ellos no le había salido la jugada clave de Artest, los Celtics se encontraron con las del alero Paul Pierce, cuando primero capturó un rebote ofensivo y luego le dio un pase "milagroso" a Rajon Rondo para que lograse un marcador parcial de (89-82), decisivo.

"Ahí estuvo otra de las claves que nos impidió completar la remontada en los últimos minutos del partido", señaló Jackson.