La selección de Paraguay, empeñada en hacer historia en un Mundial y sobrepasar por vez primera los octavos de final, irrumpe en el camino de la defensa del título de Italia, vigente campeón, alentado por el deseo de derribar la corriente crítica y las dudas que le han acompañado hasta Sudáfrica 2010.

Marcelo Lippi cuenta con una carga añadida a su responsabilidad. Los malos resultados en los partidos preparatorios y las voces contrarias por la configuración de una lista en la que prescindió del talento de futbolistas como Antonio Cassano o Mario Balotelli han ampliado el peso de la presión a la que, ya de por sí, se ve sometida la condición de campeón y la leyenda del cuadro transalpino.

Lippi afronta el choque contra Paraguay con un grupo de "fieles". Futbolistas experimentados, algunos en exceso, pero fieles a la causa. Un grupo hecho a medida en el que ha tenido que realizar algunos ajustes para salir al paso de los contratiempos.

El primero fue la baja de Pirlo, que llegó a Sudáfrica lastimado en un gemelo. El centrocampista Montolivo fue siempre con la opción que trabajó el seleccionador italiano que tampoco pudo contar plenamente hasta pasados unos días con Camoranesi, aún a destiempo para salir de inicio.

La zaga no ha dado problemas a Lippi, que ha manejado alternativas especialmente en la medular, en donde aún no tiene cabida Danielle De Rossi, a causa de las molestias musculares que ha padecido, pero sí Genaro Gatusso, que podía afrontar ante Paraguay el principio del fin de su aventura con la "azzurra".

Paraguay, por su parte, asume el compromiso consciente de las dudas que asaltan a un adversario que suele transitar de menos a más por los grandes torneos.

Ha mostrado sigilo desde el principio el seleccionador argentino Gerardo Martino, que ha realizado a puerta cerrada gran parte de las sesiones preparatorias de su equipo. No ha dado pista alguna sobre sus movimientos en el retiro de Balgowan, en las afueras de Pietermaritzburg. Martino cuenta finalmente con todos los integrantes a su disposición a pesar de las dudas que generó la presencia del delantero Óscar Cardozo, del que se pensó, incluso, en un posible adiós al Mundial por una dolencia en el tobillo izquierdo.