El campo de fútbol de Geneto -se espera que en la temporada 13/14 se convierta en una modélica instalación y no un lugar dejado de la mano de Dios- fue escenario el pasado sábado del entrañable homenaje a Javier Felip, conocido como el "cura de Geneto".

Una comisión organizadora -con Rosendo al frente-, con gente allegada a la historia del querido club de fútbol del barrio lagunero, hizo realidad que una amplia representación de jugadores y entrenadores que desde los años 70 han desfilado por la entidad se reunieran para rendir un merecido homenaje a su presidente/fundador.

El acto, que contó con la presencia de Juan Padrón Morales, presidente de la FTF y vicepresidente de la Española, así como autoridades insulares y municipales, fue muy emotivo, llevando la emoción a un Javier Felip que recibió el cariño de sus discípulos del fútbol, el aplauso del numeroso público que arropó el evento y un buen número de presentes, destacando la camiseta del Mallorca, con la que le obsequió un ex jugador del Geneto, Ayoze Díaz.

Las asociaciones de vecinos y la actual directiva se unieron con presentes, destacando una histórica foto en la que se veía al primer equipo retirando piedras antes de empezar a entrenar.

También se le entregó una reproducción de un artículo publicado por Jornada Deportiva en los años 70 que recogía la primera remodelación de los vestuarios del campo del CD Geneto, obra que fue realizada por vecinos del barrio y directivos, con la ayuda de jugadores que, como preparación física previa al entrenamiento, cargaban los bloques.

Tras los actos protocolarios y el pasillo de honor que se le hizo al cura de Geneto se jugó el partido entre los veteranos del CD Tenerife y del CD Geneto. Tras los 90 minutos de juego el marcador registró empate a uno.

En el banquillo local se sentaron dos clásicos del fútbol base tinerfeño y entrenadores del Geneto en sus comienzos, Domingo Blanch y Valentín Martínez. Dado el elevado número de jugadores que se atrevieron a calzarse las botas no tuvieron problemas para que el equipo estuviera "fresquito" a pesar del calor.

La fiesta concluyó con una paella gigante con fabada mientras se miraba la exposición de licencias y formaciones antiguas.