Vicente del Bosque, seleccionador español, aseguró ayer que tácticamente no se alejó del modelo que tantos resultados a dado al equipo español. "No me he alejado del modelo anterior", aseguró.

Del Bosque empleó, de nuevo, el tono conciliador con las críticas y aseguró que se afana en encontrar los cambios en el estilo del equipo, pero reiteró que no había existido "volantazo" alguno. "No sé diferenciar mucho del pasado al presente. No creo que haya gran diferencia. Puede haber percepciones, y la percepción es que no nos hemos separado mucho del pasado", señaló el seleccionador, quien se apoyó en los datos estadísticos de medios de comunicación y de la FIFA para justificar esta idea, así como en el empleo de los mismos jugadores en el centro del campo y en ataque. "Si alguien ve otra intención de mi parte desde luego no la hay", dijo Del Bosque, que apuntó que los que entraron nuevos o sustituyeron a los habituales "no cambian lo que han hecho los anteriores, ni en la sustancia del juego".

El técnico español admitió que le gusta escuchar y leer todo. "Por mi parte, que tolero bastante las cosas, no encuentro esas diferencias. Me empeño en buscarlas, pero no lo consigo", espetó.

Del Bosque, quien aseguró que si "escarbara un poquito en el pa-sado encontraría cuestiones como esta que se están debatiendo ahora", tiene claro que "no hay un fútbol único, hay más fútbol, y no es enmendar la plana a nadie lo que estamos haciendo, es actuar con el sentido común".

El técnico, nada más acabar el encuentro ante Honduras, aseguró que no salía contento porque no habían hecho un buen partido. Pero, con el paso de las horas y tras verlo repetido, señaló que su equipo tuvo "cosas buenas y algunas cosillas al final que deslucieron un poco" el encuentro, pero que en definitiva tuvieron "un buen comportamiento. Fue distinto al de Suiza, que nos obligó a jugar en un terreno más reducido, casi en su campo todo el partido. Ayer (por el lunes) fue más dividido. Sobre todo a partir del minuto 15-20 de la segunda parte el partido se dividió", explicó. "Hasta entonces creo que no jugamos mal. Alguno puede pensar, hombre, estuviste muy serio, cabreado. Pero no estuve serio ni cabreado. No era cuestión de manifestar demasiada alegría porque cumplimos con la obligación que era sumar tres puntos", añadió.

"Ahora ya nos preparamos para la batalla del viernes, esa es la más importante. Mi tono de voz, mi comportamiento, era nada más que el haber cumplido con nuestra obligación", reiteró el salmantino.

No consideró que España bajara en el aspecto físico en el segundo periodo, porque señaló que el hecho de que se "partiera" el partido, porque a Honduras no le valía el empate y menos la derrota, fue producto del resultado. "A nosotros interiormente nos entró algo como diciendo, esto lo tenemos hecho, y se pudo especular un poco con el cansancio. Algunos trataron economizar fuerzas. No creo que fuera en el sentido de que no fuéramos capaces. De hecho en ese partido dividido sacamos más ventaja porque dispusimos de muchísimas más ocasiones de gol en ese tramo final del partido. Un montón de opciones. Fue más como consecuencia de la situación del partido que como consecuencia del estado físico", manifestó.

Aseguró también que le había dado la impresión, en esa fase final, de que era un equipo vulnerable pese a que el comportamiento de los medios y de la defensa fue bueno, pero explicó que le pareció que "ante un rival un poco más exigente nos hubiéramos convertido en un rival fácil". En cuanto a las ocasiones falladas, Del Bosque comentó que sabe cómo es el fútbol, es tan raro que a veces llegas poco y metes goles; y otras...".