Holanda y Brasil buscan dar un salto de calidad en la producción hasta ahora mostrada en el Mundial para llegar a la semifinal. Para dos selecciones que destacan por sus equivalencias en depurada técnica, veloz dinámica, defensas rocosas y letales contraataques, la balanza la inclinará la que aporte algo más. Resta entonces saber cuál formación tomará la iniciativa.

Pero a la par que se prepara para otro juego de paciencia, Brasil tendrá que suplir las carencias y el impacto psicológico que han dejado en su plantilla las bajas por lesión de Elano, Felipe Melo y Julio Baptista, y por suspensión la de Ramires.

La situación de Elano es la más complicada y puede costarle su despedida definitiva del torneo, si se confirman los pesimistas pronósticos médicos, un golpe a la moral de conjunto que tiene en este jugador garantía de equilibrio.

Holanda debe también buscar la forma de imprimir "más garra" para encarar a rivales con más peso futbolístico y ambición de gloria, como Brasil, según han admitido sus jugadores. Las semejanzas no paran, ni en los asuntos más adversos.

Los creativos Kaká y Robben destacan en la lista de jugadores amenazados por la tarjeta amarilla que ya recibieron. Una más los marginará de la fase semifinal, si su selección supera el escollo. En la misma situación se encuentran, del lado brasileño, el goleador Luis Fabiano, el zaguero Juan y el centrocampista Felipe Melo, que hoy no jugará por lesión.

Kaká, el astro del Real Madrid ya quedó al margen por expulsión, la tercera en su carrera, pero al volver a la formación titular, vio otra cartulina amarilla en el partido de los octavos de final contra Chile.

Holandeses y brasileños protagonizarán una suerte de final adelantada, lugar común utilizado para quedar bien con ambos rivales pero que calza exacto en esta situación a la luz de los números y el ADN del fútbol que practican ambos países.

En nueve partidos de historia común, seis amistosos y el resto en fases decisivas de los mundiales de Francia''98, Estados Unidos''94 y Alemania''74 hay un notable equilibrio de fuerzas: tres victorias para los "canarinhos" y dos para los "oranje", 14 goles para los sudamericanos y 13 para los europeos.

Ambos equipos llegaron invictos a la fase de los ocho mejores y con trayectorias similares.