Raúl González oficializó ayer su despedida del Real Madrid, con una expectación récord, una condición que ha auxiliado cada paso dado en el fútbol profesional. Tal vez por eso emprende una nueva aventura deportiva. Consciente, a sus 33 años, de la reducción de su preponderancia sobre el terreno de juego, el madrileño buscará probablemente nuevos retos en la Bundesliga, en la competición alemana. Más récords al alcance del capitán blanco. Un hombre que ha hecho leyenda en el Real Madrid; que pretende ampliar su historia, sus números y sus marcas en un equipo, como el Schalke germano, que el próximo curso disputará la Liga de Campeones.

Raúl deja el Real Madrid, su casa, un año antes de que expire el último compromiso que firmó, hace ahora tres años. No es un adiós definitivo. Un punto y final. Es un paréntesis en la trayectoria de un hombre que pretende sentirse aún futbolista. Un puesto en los despachos o un lugar como entrenador del club blanco esperará después a Raúl, instalado desde hace dieciséis años en la elite del fútbol español. Con números fuera del alcance de la mayoría. En goles, en partidos, en palmarés. Incluso, con una Medalla al Mérito Deportivo y un reconocimiento mundial indudable. Raúl ha madurado desde que irrumpió en el estadio de La Romareda, con atrevimiento y desparpajo, bendecido por el entonces técnico Jorge Valdano. Dieciséis temporadas después, desde que debutara un 29 de octubre de 1994, la mirada al pasado del atacante madrileño se encuentra con más de doscientos goles (228) y quinientos partidos (550) en Primera División. Los méritos del capitán blanco le han incrustado entre los grandes de la historia. Y con tiempo por delante para ensanchar su leyenda.

El día más duro

En su discurso de despedida Raúl destacó que estaba viviendo "un día muy duro y muy difícil". "Amo el fútbol por encima de casi todas las cosas y ser futbolista del Real Madrid es el mayor sueño que puedo imaginar. Me siento jugador y quiero seguir sintiéndome jugador el tiempo que pueda y que mi cuerpo me lo permita", dijo un emocionado Raúl. El delantero, que escribió su discurso, "para no olvidarme de nada ni de nadie", dijo, resaltó: "He buscado siempre lo máximo para este club, porque he querido ser fiel a los valores que aquí aprendí de niño. Hoy -por ayer- más que nunca quiero que todos sepan que en cada jugada, en cada regate, en cada carrera, en cada desmarque, en cada tiro y en cada gesto en el terreno de juego intente siempre entregar lo mejor de mi mismo", apuntó.

Al finalizar el acto, Raúl recibió una llamada del Rey Juan Carlos. El monarca le transmitió el reconocimiento por su trayectoria en el Real Madrid y en la selección española y para desearle los mayores éxitos en su nueva etapa.