El español Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) buscará en el circuito portugués de Estoril, escenario de la penúltima carrera de MotoGP de la temporada, reencontrarse con la victoria, que se le niega desde la carrera de la República Checa y que sería la tercera en el circuito luso.

Lorenzo no sabe lo que es acabar segundo en el Gran Premio de Portugal desde que comenzase su singladura en el campeonato del mundo de MotoGP, en 2008, año en el que ganó la prueba portuguesa para volver a repetir en 2009, en esa ocasión con el mejor tiempo de entrenamientos oficiales también en su zurrón.

La clásica pista próxima a Lisboa es muy del agrado del piloto de Yamaha, matemáticamente campeón del mundo de MotoGP de 2010, quien de volver a vencer este fin de semana en Estoril conseguiría su tercer triunfo consecutivo en este circuito.

El que es su gran rival y por ahora compañero de equipo, el italiano Valentino Rossi, puede ser uno de sus rivales en la lucha por el triunfo, aunque en Estoril también ha tenido sus más y sus menos con otros pilotos españoles, como cuando en un apretado final se vio superado sobre la misma línea de meta por Toni Elías, en el que fue para éste su único triunfo en MotoGP sobre la Honda RC 212 V de la escudería de Fausto Gresini.

Después del largo periplo transoceánico, que ya dejó sentenciado el título en favor de Jorge Lorenzo, los principales pilotos de MotoGP sólo buscan la gloria de una victoria que les permita cerrar la temporada con el mejor sabor de boca posible, aunque para algunos todavía esté por cumplir el objetivo de proclamarse subcampeón mundial, como es el caso del también español Dani Pedrosa.

El piloto oficial de una de las dos Honda RC 212 V pintada con los colores de la petrolera española Repsol, ha tenido algo más de tiempo para recuperarse de su intervención quirúrgica de clavícula y su infructuoso intento de disputar el Gran Premio de Australia debe dar paso a un positivo retorno en Portugal, en donde comienza su cuenta atrás para no verse desbancado de la segunda plaza por el australiano Casey Stoner, veintitrés puntos menos, o el italiano Valentino Rossi, 31 puntos menos.

Pedrosa tiene la necesidad imperiosa de recuperar cuanto antes el rendimiento que le permitió adjudicarse dos victorias consecutivas en Indianápolis y San Marino y ser segundo en Aragón para poner incluso en aprietos al propio Jorge Lorenzo, hasta que un fallo mecánico en el acelerador de su Honda le produjo la caída de Japón, en la que se fracturó la clavícula y le apeó de la pelea por el título mundial.

Que duda cabe que ese será uno de los alicientes, aunque no el único, puesto que Jorge Lorenzo sigue teniendo una deuda pendiente con su compañero de equipo, el nueve veces campeón del mundo de motociclismo, al que arde en deseos de doblegar en una pelea de tú a tú en la pista y que de no producirse en lo que queda de campeonato y, para él Estoril podría ser una buena oportunidad, deberá esperar hasta la próxima temporada.

Por cuanto se refiere a los aspirantes a la victoria está claro que éstos siguen siendo los mismos, Lorenzo, Pedrosa, Rossi y Stoner, pero en Estoril habrá alguna que otra novedad, como la participación del español Carlos Checa, tercero en el Campeonato del Mundo de Superbike, al manillar de la Ducati Desmosedici que, hasta ahora, había sido del finlandés Mika Kallio.

Checa aumentará la representación española de MotoGP, en la que Álvaro Bautista (Suzuki GSV RR), Héctor Barberá (Ducati Desmosedici) y Aleix Espargaró (Ducati Desmosedici) buscarán mejorar los resultados conseguidos hasta la fecha.