La reciente marcha de la colocadora Patricia Aranda de la disciplina del Jamper Aguere, según el club por motivos personales, según la jugadora por el impago de una mensualidad, tal y como confirmó ayer en los micrófonos de Radio El Día, ha puesto al descubierto las dificultades económicas por las que atraviesa la entidad aurinegra. En este sentido, el gerente del Jamper Aguere, Ramón Vargas, no quiso salir al paso de las declaraciones vertidas por la jugadora granadina, aunque confirmó que el club lagunero "no pasa por un buen momento económico" debido, en gran medida, al retraso en el pago de las subvenciones por parte de las instituciones públicas. Sin embargo, una cosa está clara.

Mal inicio.- El comienzo de temporada no está siendo todo lo positivo que se preveía para el vigente campeón de la Superliga Femenina. La incomparecencia en la final de la Supercopa de España ante el Murcia 2005 sumado a que el equipo no termina de dar la sensación de solidez en el juego del pasado año (pese a que los resultados deportivos no son malos, terceras con un parcial de cuatro victorias y dos derrotas, la rotación lagunera no termina de asentarse), hace que el ambiente en el entorno esté algo enrarecido. A esta situación hay que añadir el retraso en el pago de las nóminas de la plantilla, el caso de Aranda no es el único, por lo que todo apunta a que alguna jugadora más está barajando la opción de abandonar el club. Por otro lado, la entidad ya sondea el mercado con el fin de hacer algún fichaje en diciembre.

Ámbito deportivo.- Dejando a un lado la repercusión en la imagen del club que deja la marcha de la colocadora andaluza, en el plano deportivo también habrá algunas consecuencias. La nueva reglamentación de la Superliga Femenina sólo permite que haya cuatro jugadoras extranjeras en cancha, siempre y cuando la líbero esté fuera; permitiendo que jueguen tres foráneas si está dentro.

Esta norma "obligó", en cierta medida, al Jamper Aguere a fichar a una jugadora española (Patricia Aranda), que le permitiera competir con garantías. A partir de ahora, la encargada de dirigir el juego aurinegro será la ucraniana Oksana Zaporozhets, por lo que no habrá momentos en los partidos donde no podrán estar las brasileñas Renata Benedito y Cristina Alves, así como la ucraniana Natalia Kvasnytsia en cancha. Lo más probable es que sea Benedito la sacrificada, en favor de la jugadora tinerfeña Cathaysa Trujillo.